Director: Jesús Franco
España/Francia, 1963, 100 minutos
Rififí en la ciudad (1963) de Jesús Franco |
Poco o nada tiene que ver Rififí en la ciudad (1963) con el Rififi (1955) de Jules Dassin, aparte del título y la presencia en el reparto del actor belga Jean Servais. Lo cierto es que, como la larga lista de "Rififís" a que diera pie el icónico film noir, el firmado por Jesús Franco no dejaba de ser un producto oportunista cuyo único objetivo sería aprovecharse del éxito de una obra de culto que, sin duda, creó escuela. Algo perfectamente comprensible (y hasta cierto punto excusable) si se compara con lo que fue práctica habitual en la tradición literaria castellana, donde abundaron las Celestinas, los Lazarillos y hasta un Quijote apócrifo.
De cualquier modo, lo que nadie puede poner en tela de juicio (y se ha repetido hasta la saciedad en numerosas ocasiones) es la inventiva de Jesús Franco a la hora de levantar una película con los mínimos recursos a su alcance. En el caso que nos ocupa basta la cara de pocos amigos del corrupto Leprince (Servais), la pericia del sargento detective Miguel Mora (Fernando Fernán Gómez) y unos cuantos exteriores filmados en Marbella para simular que la acción transcurre en una imaginaria república bananera de Centroamérica.
A decir verdad, muchos de esos recursos son perfectamente aplicables al resto de una filmografía proverbialmente célebre por lo ingenioso de las soluciones adoptadas con el fin de resolver una escena o incluso todo un guion si fuese necesario. Circunstancia que aquí no alcanza todavía la cutrez de producciones posteriores, si bien se intuyen ya ciertos síntomas (por ejemplo, la inclusión de varios números musicales, todos ellos de relleno) que anuncian lo que será la posterior evolución de su director.
Aunque lo más interesante de Rififí en la ciudad sea tal vez el tema de la corrupción política y el ascenso al poder de un líder populista, surgido del tráfico de estupefacientes, que, haciendo honor a su apellido, se erige en "príncipe" absoluto al que ni siquiera el empeño del terco sargento Mora parece detener en su avance imparable hacia el senado de la nación.