Título original: Full Metal Jacket
Director: Stanley Kubrick
Reino Unido/EE.UU., 1987, 116 minutos
La chaqueta metálica (1987) de Kubrick |
Dos películas en una; un mismo tema presente en toda su trayectoria... Con La chaqueta metálica Kubrick volvía a la carga tras siete años en el dique seco. Y lo hacía con otra lección magistral (la enésima de su carrera y la penúltima de una filmografía irrepetible), una vuelta de tuerca más en su particular universo en torno a la condición humana y la lucha por la supervivencia.
Porque seguir las andanzas de ese grupo de reclutas que más tarde será carne de cañón en el sudeste asiático no sólo remite a los senderos ya recorridos en Paths of Glory (1957), sino que incluso uno podría ver en ellos determinadas conductas que ya eran reconocibles en los homínidos de 2001 (1968). En ese sentido, ¿los golpes que se lleva el pobre Lawrence en su litera en plena noche no son, acaso, equivalentes a los que un simio del clan rival propina a su semejante para arrebatarle el mísero charco por el que compiten?
"¡¡Recluta Patoso!!" |
En el pasado y en el futuro, como si de una maldición se tratase, la especie parece condenada a tropezar eternamente en la piedra de su mezquindad, perpetuando el mal ya sea en forma de robot que reproduce el instinto depredador de sus creadores o de sargento chusquero especializado en humillar a sus subordinados.
Y, sin embargo (y ahí radica parte de su grandeza), el genial Kubrick, pese a ser un maestro consumado en el arte de contar historias mediante imágenes, no tiene el más mínimo inconveniente en apropiarse de algún que otro hallazgo atribuible a cineastas de la talla de John Ford. ¿O es que el francotirador "invisible", que luego resulta ser una adolescente del Viet Cong, no parece aludir clarísimamente a La patrulla perdida (1934)?