lunes, 8 de septiembre de 2025

April (2024)




Título original: აპრილი
Directora: Déa Kulumbegashvili
Georgia/Italia/Francia, 2024, 134 minutos

April (2024) de Déa Kulumbegashvili


Ardua tarea la de abordar el siempre controvertido tema de la interrupción voluntaria del embarazo en un país de profundas convicciones cristianas como es la Georgia postcomunista. Reto que la cineasta Déa Kulumbegashvili (Oriol, Rusia, 1986) afronta con entereza no exenta de atrevimiento. A este respecto, los planos fijos larguísimos, los silencios de los personajes mirando fijamente a cámara o las acciones y diálogos que quedan fuera de campo constituyen los recursos más notables de una caligrafía concebida para captar la tensión que flota en el ambiente.

Consciente de la trascendencia de su oficio y pese a la presión ambiental, Nina (Ia Sukhitashvili) ejerce la obstetricia con la firme voluntad de garantizar los derechos reproductivos de unas mujeres que acuden a ella a través de la consulta del hospital o, sobre todo, visitándolas a domicilio y de forma fraudulenta, en las condiciones más sórdidas imaginables.



El peligro al que unas y otra se exponen entraña consecuencias para su salud, por supuesto, pero también para su propia integridad física, teniendo en cuenta que tanto las autoridades civiles como las religiosas consideran un delito gravísimo el hecho de atreverse a abortar. Tal vez por ello, la efigie deforme de un ser monstruoso pulula parsimoniosamente en la penumbra de algunas escenas, quién sabe si en alusión a los fetos malogrados o al sentimiento de culpa que arrastran algunos personajes.

Aunque, según parece, es Nina la que, a juzgar por la crudeza de su comportamiento en materia sexual (proponiendo a desconocidos que encuentra en su camino que mantengan relaciones con ella), quien manifiesta mayores remordimientos de conciencia. A fin de cuentas sus superiores, todos hombres, la someten a un continuo juicio sumarísimo que de algún modo termina haciendo mella sobre su autoestima. Aun así, ella no cede en su empeño, de la misma manera, curioso paralelismo visual, que los campesinos que lanzan cohetes para dispersar las nubes de tormenta.



domingo, 7 de septiembre de 2025

El juez de la horca (1972)




Título original: The Life and Times of Judge Roy Bean
Director: John Huston
EE.UU., 1972, 120 minutos

El juez de la horca (1972) de John Huston


The Life and Times of Judge Roy Bean (1972) ejemplifica hasta qué punto el Hollywood de principios de los setenta había dejado de tomarse en serio a sí mismo. De ahí ese aire caricaturesco que impregna la puesta en escena de John Huston de principio a fin de una película que es al wéstern lo que el vodevil a la tragedia clásica. Efectivamente, los códigos del género quedan aquí revertidos en aras de una comicidad que no es sino la cara amable de eso que comúnmente se ha denominado "tono crepuscular".

Por otra parte, la particular forma que tiene el protagonista de aplicar la ley en sus dominios refleja, a su vez, el carácter excéntrico de un cineasta, el mismo Huston que previamente había dirigido El tesoro de Sierra Madre (1948) o Vidas rebeldes (1961), que para aquel entonces ya estaba de vuelta de todo. En ese sentido, la cinta que nos ocupa no sólo desafía las convenciones establecidas, sino que las deconstruye con un lenguaje visual y narrativo cargado de ironía, lirismo y una nostalgia profundamente ambigua.



Aun así, lo que resulta realmente innovador del guion de John Milius no es sólo su capacidad para mezclar lo épico con lo absurdo, sino su osadía al estructurar la historia como una serie de viñetas que se sienten casi como capítulos de una leyenda contada por un borracho lúcido. Por consiguiente, el juez Roy Bean, interpretado con una mezcla de brutalidad encantadora y socarronería extravagante por Paul Newman, no es tanto una figura legendaria como un símbolo mutable: juez, forajido, mártir, tirano y, finalmente, un eco romántico de un mundo que nunca existió tal como se cuenta.

En realidad, lo más fascinante del personaje es que parece celebrar y ridiculizar el mito del wéstern en la misma jugada. No se trata de una parodia ni de un homenaje ciego: es más bien una meditación excéntrica sobre cómo los mitos fundacionales de Estados Unidos fueron construidos a partir de excesos, errores y versiones altamente idealizadas de la realidad. Por eso Roy Bean no es tanto un héroe trágico ni un villano redimido, sino más bien una invención viva del tipo de historia que el cine ha solido contar para autolegitimarse.



sábado, 6 de septiembre de 2025

Los indeseables (1972)




Título original: Pocket Money
Director: Stuart Rosenberg
EE.UU., 1972, 102 minutos

Los indeseables (1972) de Stuart Rosenberg


Si lo que se proponía la productora de Paul Newman con esta película era reeditar el éxito de anteriores filmes protagonizados por la estrella, tales como La leyenda del indomable (1967) o Dos hombres y un destino (1969), lo cierto es que el tiro les salió por la culata. Porque ni hubo sintonía entre el actor y su compañero de reparto, Lee Marvin, lo cual se percibe en la pantalla, ni la cinta logró atraer la atención del público y la crítica. De ahí que se pueda decir que, en muchos aspectos, Pocket Money (1972) fue un proyecto fallido.

El aire crepuscular que rezuma la fotografía terrosa del húngaro László Kovács, en el marco de un paisaje cuya aridez abarca desde el desierto de Arizona hasta las polvorientas llanuras mejicanas, contrasta con un ligero toque humorístico puesto al servicio de dos perdedores de vida errática. En realidad, tanto Jim (Newman) como Leonard (Marvin) forman una pareja despareja cuya química es menos cómica que melancólica, reflejando una masculinidad en proceso de derrumbe.



Bajo la superficie de la desaliñada puesta en escena late una crítica sutil al sueño americano y una elegía a los vínculos masculinos condenados a desaparecer en el contexto de un mundo en continua transformación. No es casual, por tanto, que fuese Terrence Malick quien escribiese la historia, pues ya entonces anticipaba su fascinación por los personajes que se disuelven en la vastedad del paisaje, por los seres que caminan hacia ninguna parte, cargando con su soledad como único equipaje.

Por otra parte, el interés de Stuart Rosenberg por los individuos marginales le llevó a plantear su propia exploración del desencanto en la que la descomposición del mito americano aparece disfrazada bajo la apariencia de una buddy movie ambientada en el Oeste moderno. Así pues, su mirada resulta seca, casi impasible, como si contemplara a sus personajes con una mezcla de ternura y distancia crítica. Algo que la elección del formato panorámico contribuye a subrayar, enmarcando la errancia existencial de estos dos hombres fuera de lugar, fuera de tiempo.



miércoles, 3 de septiembre de 2025

Hada (2023)




Director: Àlex Mañas
España, 2023, 83 minutos

Hada (2023) de Àlex Mañas


Lleno total en los Cines Girona, con gente incluso sentada por el suelo, en el pase de hoy de Hada (2023). Su director, Àlex Mañas, ya hace tiempo que se hizo un nombre como dramaturgo y así lo atestiguan piezas teatrales como Algo (2005) o Amanda T (2018). Fue precisamente una vivencia relacionada con esta última, basada en el caso real del suicidio de una joven canadiense, la que le inspiró el tema central de su ópera prima cinematográfica.

Y es que la cinta de Mañas, protagonizada por alumnos del último curso de interpretación de la Escuela superior de arte dramático Eòlia de Barcelona, surgió a raíz de haber sabido éste que una antigua jugadora de su equipo de baloncesto (pues antes de dedicarse profesionalmente al teatro, Mañas había ejercido de entrenador en un colegio) se había quitado la vida tiempo después de asistir a una de las representaciones de Amanda T en el TNC.



En la ficción (cuyo guion es obra igualmente del cineasta), el vacío que esa persona deja en quienes la conocieron se traduce en multitud de dudas y preguntas sin respuesta. También en un sentimiento de culpa difícilmente soportable, motivo por el que unos y otros buscarán sus propias estrategias para sobrellevar el duelo como buenamente puedan.

Dejando de lado lo que podría haber sido una aproximación más dramática al tema, la película opta, en cambio, por un tono sobrio y realista en el que destacan las interpretaciones profundas de todo el reparto. Unos jóvenes, cada cual lidiando con el dolor que les genera una pérdida tan dolorosa como inexplicable, que se dan cita en el cementerio de Montjuïc para dedicarle el último adiós a la amiga que se fue demasiado pronto y sin dar explicaciones.



martes, 2 de septiembre de 2025

Misterioso asesinato en la montaña (2024)




Título original: Un ours dans le Jura
Director: Franck Dubosc
Francia/Bélgica, 2024, 109 minutos

Misterioso asesinato en la montaña (2024)


El bueno de Franck Dubosc hace ya tiempo que se especializó en producciones más o menos humorísticas, dirigidas y protagonizadas por él mismo y, por ende, hechas a su medida. En esta ocasión, sin embargo, propone una comedia macabra de tintes paródicos cuyo título original (Un ours dans le Jura: "Un oso en los montes Jura") se ha traducido en España con un simple y anodino Misterioso asesinato en la montaña (2024).

A grandes rasgos, el guion, coescrito entre el propio Dubosc y Sarah Kaminsky, bebe del imaginario de filmes como Fargo (1996), aunque sin llegar al extremo de incomodar excesivamente a unos espectadores habituados al tono amable de anteriores proyectos del director e intérprete francés. A cambio, las situaciones, por más crudas que puedan resultar, arrancan multitud de carcajadas a lo largo de sus casi dos horas de hilarante metraje.



Aparte de las diversas carambolas que propician que un sencillo vendedor de abetos de Navidad y su esposa se encuentren de sopetón con dos millones de euros en su haber, la película plantea una serie de temas de fondo como esa entrañable reivindicación de los modestos frente a la insufrible prepotencia de los soberbios. De ahí el lema de la hormiga que, contra todo pronóstico, se acaba tragando a la ballena.

En resumidas cuentas, el humor negro y los dilemas morales a los que deben enfrentarse los protagonistas sobre qué hacer con el dinero dejan entrever una sociedad fragmentada en el seno de una Francia profunda y abandonada institucionalmente. Al mismo tiempo, el oso simboliza la naturaleza que irrumpe en lo cotidiano: esa realidad gris de un medio rural en el que todos se conocen y cuya única vía de escape, tan deprimente como sugestiva, es un club de intercambio de parejas.



lunes, 1 de septiembre de 2025

Profesor Stanley Deen (2023)




Título original: Brave the Dark
Director: Damian Harris
EE.UU., 2023, 112 minutos

Profesor Stanley Deen (2023) de D. Harris


Es más que probable que Brave the Dark (2023) suscite no pocas reticencias entre algunos espectadores. Mayormente porque la factura del filme, dirigido por Damian Harris a partir de un caso real, se halla muy cerca de esas horrendas ficciones televisivas que abundan en las sobremesas de los fines de semana. Aun así, ello no impide que posea, al mismo tiempo, aspectos destacables que a continuación detallamos.

Su protagonista (Jared Harris: hermano, por cierto, del director de la película) es uno de esos profesores verdaderamente implicados en su labor docente. Valorado y aun querido en la pequeña comunidad en la que transcurren los hechos, lleva casi toda una vida impartiendo clases de teatro en un típico centro de enseñanza secundaria (de esos con taquillas en los pasillos) de la Norteamérica profunda. En cambio, Nate (Nicholas Hamilton) responde al perfil de alumno rebelde, aparentemente sin causa, que tarde o temprano termina por meterse en problemas.



Cuando ello finalmente se cumple, la policía local no duda en irrumpir en las aulas para, ante la mirada atónita de profesores y compañeros, detener al chaval y llevárselo preso. A partir de ese momento, Deen moverá cielo y tierra hasta conseguir que Nate vuelva al buen camino. Lo cual pasa por convencer previamente a los demás de que, pese a que nadie daría un duro por alguien cuya actitud violenta lo convierte en potencialmente peligroso, merece la pena darle una oportunidad.

El hecho de que Deen se lleve a casa a su protegido le acarrea no pocos dolores de cabeza, si bien el afecto y el ascendente positivo del maestro acabarán surgiendo efecto para que Nate supere el bloqueo derivado de las vivencias traumáticas de su infancia. En definitiva, se trataría de otro ejemplo más de buenrollismo académico, en la línea de Los que se quedan (2023) o incluso la más clásica El club de los poetas muertos (1989), pero con unos resultados más de andar por casa.