sábado, 16 de marzo de 2024

Ruth, una chica sorprendente (1996)




Título original: Citizen Ruth
Director: Alexander Payne
EE.UU., 1996, 106 minutos

Ruth, una chica sorprendente (1996)


Fiel a un estilo que se halla presente a lo largo de toda su filmografía, Alexander Payne recurrió en Citizen Ruth (1996) al caso real de una sin techo, drogadicta y embarazada, que las asociaciones antiabortistas convierten de la noche a la mañana en el centro de una furibunda campaña mediática. Y así, sin comerlo ni beberlo, la joven Ruth Stoops (interpretada por una fantástica Laura Dern) pasa de los tribunales, donde es duramente reprobada por el juez a causa de su conducta irresponsable, a ser acogida por una familia de fanáticos detractores de la interrupción voluntaria del embarazo.

Una comedia corrosiva, pues, en la misma línea demoledora de posteriores producciones del hoy aclamado director de Omaha, siempre dispuesto a poner el dedo en la llaga a la hora de retratar los entresijos de la América profunda e hipócritamente puritana. A este respecto, la película, coescrita entre el propio Payne y su colaborador Jim Taylor, supone un verdadero ejercicio de desmitificación del que nadie sale indemne, ya sea la parafernalia de los medios de comunicación y su circo ávido de carnaza o el afán materialista de quienes pretenden comprar la voluntad de la muchacha a base de donativos millonarios.



Lo curioso del caso es que ni los unos ni los otros lograrán corregir la propensión de Ruth hacia las bebidas alcohólicas y los aerosoles, cuyos efluvios inhala a escondidas cada vez que se le presenta la oportunidad. Aunque viendo cómo las gasta la hija adolescente de su familia de adopción tampoco parece que el problema se circunscriba a los sectores más desfavorecidos de una sociedad que tradicionalmente ha presumido de virtudes públicas para tapar sus vicios privados.

Por otra parte, la presencia estelar de viejas glorias como Burt Reynolds o Tippi Hedren en pequeños papeles secundarios, aparte del cameo de Diane Ladd (madre de Laura Dern en la ficción y en la vida real), aportaba caché a la propuesta de un cineasta, entonces en los inicios de lo que iba a ser una brillante carrera, que ponía ya de manifiesto esa particular mirada hacia la realidad norteamericana, equiparable en cuanto a sarcasmo a la de otros compañeros de generación como el documentalista Michael Moore.



4 comentarios:

  1. Una brillante crítica a la hipocresía.

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    1. En la línea de las mejores películas de su director.

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  2. Me gustan las películas de Payne. Esta no la he visto todavía, pero la tengo a tiro.
    Saludos!

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    1. Es divertida e irreverente a partes iguales. Es decir, como todas las suyas.

      Saludos.

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