Director: Miguel Lluch
España, 1964, 85 minutos
Crimen (1964) de Miguel Lluch |
La acción de Crimen (1964) transcurre en algún lugar indeterminado de la provincia de Barcelona próximo a Vic y a Olot. Enclave rural, por tanto, en el que, además de cometerse una atrocidad contra una madre y su hija Inés (Sonia Bruno), se acusará injustamente de ambas muertes a don César, el médico del pueblo (Víctor Valverde).
Y es que el verdadero inductor de lo ocurrido ha sido Carlos (Julián Mateos) junto con su amigo Ramón (Sergio Doré). Seductor empedernido, acostumbrado a salirse siempre con la suya, se da también la circunstancia de que el susodicho Carlos es sobrino del todopoderoso don Antonio (Luis Induni), lo que favorece una conspiración de silencio entre los lugareños para que el joven salga indemne.
El mismo elenco de actores que ya había trabajado a las órdenes de Miguel Lluch en El precio de un asesino (1963) protagonizaba ahora un drama de suspense, de nuevo producido por la prolífica factoría IFI (iniciales de Ignacio Ferrés Iquino), en el que el acérrimo juez interpretado por Fernando Sancho se pone al frente de la investigación con el firme propósito de demostrar la inocencia del doctor.
La implicación del sereno en las actividades delictivas que describe el filme nos habla de un tiempo en el que hasta los encargados de velar por la seguridad y el orden se rendían al poder omnímodo de los señoritos locales. De lo cual se desprende una aparente voluntad crítica, avalada por la advertencia que cierra los créditos iniciales ("Los hechos que se narran en esta película están basados en un crimen repugnante ocurrido en España hace algunos años"), pero que no es otra cosa sino el típico reclamo para el espectador de la crónica negra.
Con una cierta crítica social de fondo, al parecer.
ResponderEliminarDe ahí el final moralizante, en el que los malos siempre son ajusticiados.
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