Título original: Vie privée
Director: Louis Malle
Francia/Italia, 1962, 104 minutos
Una vida privada (1962) de Louis Malle |
El olfato comercial de los productores cinematográficos propició que Marcello Mastroianni trabajase a lo largo de su carrera con la práctica totalidad de sex symbols femeninos de aquel entonces. Y así, aparte de las glamurosas Sophia Loren o Anita Ekberg, el actor italiano lo mismo formó pareja artística, entre otras muchas, con Ursula Andress, Raquel Welch o Brigitte Bardot.
Junto a esta última y a las órdenes del director Louis Malle protagonizó Vie privée (1962), olvidable filme a propósito de una joven estrella de cine que, desbordada por el éxito, se refugia en los brazos del marido de su mejor amiga. Fabio (interpretado por Mastroianni) responde a un perfil profesional (editor, traductor, escenógrafo teatral...) que poco o nada tiene que ver con el ambiente mundano de la burguesía suiza del que procede Jill (Bardot), pero aun así la pasión nace entre ambos y ella no dudará en seguirlo hasta Espoleto, donde tiene lugar su célebre festival, huyendo del acoso de los admiradores y de la prensa.
Independientemente de que en un primer momento se intente remedar cierto estilo Nouvelle Vague mediante la voz en off que narra cómo Jill pasa de ser una simple chica bien a cotizada modelo y actriz, las escasas habilidades interpretativas de la Bardot no permitían elaborar otra cosa que no fuese un simple producto superficial cuyo único gancho se hallaba precisamente en su atractiva pareja protagonista.
Y aunque casi dos millones de espectadores acudieron a las salas, la cifra dista enormemente de otros éxitos de taquilla conseguidos por BB, por ejemplo los más de cinco millones y medio que fueron a verla en La vérité (1960) de Henri-Georges Clouzot. En cualquier caso, la cinta, todo un canto contra el precio de la fama, culmina con una escena de cariz trágico que, sin embargo, resulta al mismo tiempo, por como está filmada, una auténtica liberación.
Como dices, el renombre de la pareja protagonista, es el principal gancho del film.
ResponderEliminarSí, porque lo que sería el contenido deja mucho que desear.
EliminarEstamos de acuerdo en el limitado interés de esta película, uno de los trabajos más discutibles de Louis Malle. VIDA PRIVADA la veo como un deshilachado "documental" sobre Brigitte Bardot luchando contra el aburrimiento además de sufrir los inconvenientes y el acoso de ser un mito erótico. Sin apenas argumento, con una sucesión de escenas sin la deseable conexión narrativa (lo de la voz en off sospecho que es un añadido de última hora para hacer un poco más digerible la sucesión de imágenes de la película), el asunto se resuelve con un final que calificaría de ridículo .
ResponderEliminarEn fin, que Malle no estuvo muy inspirado en ninguna de las dos ocasiones en que dirigió a BB.
Un saludo.
Me imagino que, salvo para la Bardot (cuya trayectoria coincide más o menos con la del personaje protagonista), debió de tratarse de puro trabajo alimenticio.
EliminarSaludos.