Director: Richard Lester
EE.UU./Reino Unido, 1983, 125 minutos
Superman III (1983) de Richard Lester |
A diferencia de las dos entregas previas de la saga, Superman III (1983) se caracteriza por un sentido del humor mucho más constante e histriónico. No hay más que fijarse en la escena inicial, coreografiada al más puro estilo slapstick, para corroborarlo. Asimismo, la presencia del actor Richard Pryor en el reparto, quien encarna a Gus Gorman, un granujilla de medio pelo experto en vivir del cuento, contribuye enormemente a que el tono general de la película difiera del de las anteriores en lo que a comicidad se refiere.
A este respecto, se podría incluso señalar que el guion de David y Leslie Newman apuesta decididamente por la autoparodia, convirtiendo al superhéroe en un tipo cuya peor versión de sí mismo aflora por culpa de una muestra de kriptonita fabricada en laboratorio y en la elaboración de la cual se ha incluido alquitrán.
Por otra parte, el leitmotiv de la cinta gira en torno al auge de la informática y a los posibles peligros que de ello se derivan. Así pues, la presencia de computadoras en la práctica totalidad de secuencias que revierten algún tipo de amenaza grave contra el protagonista o contra la humanidad en su conjunto sugieren una crítica velada hacia la creciente tecnificación de un mundo cada vez más controlado por máquinas.
Además de relegar a Lex Luthor en el rol de villano, el multimillonario Ross Webster (Robert Vaughn) aspira a controlar el planeta valiéndose de la complicidad de su hermana Vera (Annie Ross) y de una rubia platino (Pamela Stephenson) que, pese a su apariencia de casquivana, lee las obras de Kant cuando se encuentra a solas. Aunque no son éstos los únicos cambios respecto al elenco de personajes de las partes I y II. De hecho, el papel de Margot Kidder como Lois Lane fue en esta ocasión bastante residual en favor de Annette O'Toole, quien interpreta a Lana Lang, antigua compañera de instituto de Clark Kent con la que éste se reencuentra en su regreso a Smallville. Reajustes que podrían deberse a algún tipo de represalia tras el apoyo mostrado públicamente por la actriz, tres años antes, con motivo del despido del director Richard Donner.
En Hollywood todo es posible.
ResponderEliminarO por lo menos lo era, que todo ha cambiado mucho.
EliminarEstá claro que en esta película, se cometen diversos disparates, como el tono humorístico, poco logrado, de la película.
ResponderEliminarLo desastroso que funciona el actor cómico, muy hábil en sus comedias. Como el reemplazo de Lex Luthor por un villano cualquiera.
No es tanto que esté Lana Lang, que aparece en la primera película. Y en los comics ha sido la primera novia de Clark Kent.
Las fallas están por el nulo conocimiento de los cómics. Como la computadora, que pudo haber sido Brainiac, un villano Kriptoniano, robot o inteligencia articial. Persistente villano.
En lugar de esa burda creación de Kriptonita, pudieron haber recurrido a la kriptonita roja, que afecta a la personalidad de Superman. Que justamente sucede en la película.
Lo que es interesante, aunque no salva la película, es la pelea de las dos personalidades.
Muchas gracias, compañero, por tu detallado comentario. Queda claro tu dominio en lo concerniente al universo "Supermán".
EliminarSaludos.
Recuerdo haber leído que Margot Kidder tuvo algunos problemas de salud mental. No sé si eso tuvo también algo que ver.
ResponderEliminarUn abrazo.
No sé, es posible. Tampoco conozco su historia en detalle. Lo que sí es cierto es que se suicidó en 2018 por sobredosis de alcohol y drogas.
EliminarUn abrazo.