lunes, 15 de julio de 2024

La mujer del domingo (1975)




Título original: La donna della domenica
Director: Luigi Comencini
Italia/Francia, 1975, 109 minutos

La mujer del domingo (1975)


Mediocre filme policíaco con alguna que otra pincelada humorística, lo cierto es que La donna della domenica (1975) no pasa de simple (y previsible) investigación en torno a la muerte violenta de un arquitecto de dudosa reputación al que asesinan golpeándolo en la cabeza con un enorme falo de piedra. Como se ve, el propio argumento de la película denota lo cutre de su puesta en escena, incluso con micrófonos que se cuelan por la parte superior del encuadre (y no en plan Cassavetes, precisamente...).

A pesar del prestigioso trío protagonista, con Jean-Louis Trintignant y Jacqueline Bisset en el papel de adinerado matrimonio turinés y Mastroianni interpretando al desenvuelto comisario Santamaria, la cosa queda en una especie de embrollo un tanto confuso en el que los personajes gritan y gesticulan como sólo saben hacerlo en Italia. Quizá por ello la cinta obtuvo en su momento un notable éxito de taquilla, si bien ha envejecido francamente mal, víctima del implacable paso del tiempo y de las modas.

Mastroianni y Jacqueline Bisset en la escena en la que ella se hace pasar por holandesa


Asimismo, otra cosa que tampoco funciona del todo es el intento de llevar a cabo una mordaz crítica social respecto a una burguesía hipócrita cuyos miembros, corruptos y adúlteros por naturaleza, parecen más preocupados en cómo se pronuncia Boston o taxi, con tal de hacer ver que dominan el inglés, que no de dilucidar quién está detrás del crimen.

Y así, de macguffin en macguffin, la acción llega a su fin sin pena ni gloria. Ni siquiera la machacona banda sonora del maestro Morricone salva el conjunto, adaptación de una novela de Carlo Fruttero y Franco Lucentini. En todo caso, aparte de que el guion se atreve a sugerir las tendencias homosexuales de algunos personajes, tiene la curiosidad de mostrar a Omero Antonutti en un breve y desaprovechado papel de gruñón mayordomo corso. Algo es algo.



2 comentarios:

  1. Las novelas de Fruttero y Lucentini están llenas de sarcasmo.

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    1. Me consta que es así, aunque parte de esa chispa, así como el ambiente turinés de la novela, quedaron fuera de la adaptación cinematográfica.

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