Título original: It's a Wonderful Life
Director: Frank Capra
EE.UU., 1946, 130 minutos
¡Qué bello es vivir! (1946) de Frank Capra |
¿Qué sería la Navidad sin El Mesías de Händel o ¡Qué bello es vivir! (1946)? Probablemente algo similar a Pottersville, esa horrenda ciudad, repleta de casinos infectos y estridentes cabarets, en la que la idílica Bedford Falls se habría convertido si George Bailey no hubiese nacido nunca. De hecho, el cúmulo de comilonas y despilfarro que son hoy estas fiestas se asemeja bastante al infierno vislumbrado en la película y no a lo que debiera ser el verdadero espíritu navideño. En cualquier caso, y pese a que el clásico de Frank Capra no sea más que una ficción, ¿a quién no le gusta congraciarse con el mundo, aunque sólo sea durante un par de horas?
Sin embargo, el éxito no acompañó a la cinta en el momento de su estreno: eclipsada por el alegato patriótico de Los mejores años de nuestra vida (William Wyler, 1946), It's a Wonderful Life apenas recibió un premio menor por su innovadora técnica a la hora de simular la nieve en estudio. Triste bagaje para un título que, gracias a sus posteriores y ya tradicionales reposiciones televisivas, estaba llamado a convertirse en un mito de la historia del cine. Y es que, por paradójico que parezca, la carrera profesional de Capra se vio arruinada a consecuencia del fracaso en taquilla de la misma película que, a la postre, acabaría valiéndole la gloria. Además, Liberty Films, la productora independiente por él fundada como plataforma de lanzamiento para el estreno, se disolvió en 1951 tras haber únicamente producido dos largometrajes: la propia ¡Qué bello es vivir! y State of the Union (1948).
Por otra parte, conviene precisar el verdadero sesgo ideológico de una cinta cuyo argumento, desde la óptica europea, se ha confundido a veces con una alegoría de contenido social. Nada más lejos de la realidad: Capra fue siempre firme partidario del conservadurismo republicano, así como defensor del individualismo estadounidense. Buena prueba de ello es el personaje de George Bailey (magistralmente interpretado por James Stewart), auténtico hombre hecho a sí mismo y fiel representante de lo que, según Capra, debe ser un emprendedor: alguien que, desde la iniciativa privada, haga innecesaria la injerencia del Estado en cuestiones como la vivienda o la ayuda crediticia a las clases desfavorecidas.
¿Y qué más da? La película seguirá emocionando, más allá de modas y doctrinas políticas o religiosas, porque lo que de verdad prima en ella es el sentido de pertenencia a una comunidad, que se vuelca con uno de sus miembros cuando éste más lo necesita. En dicho sentido, la momentánea pérdida de fe de George no es más que el preludio necesario para que los valores por él encarnados salgan fortalecidos. En la misma medida que Bailey y el mísero Potter (Lionel Barrymore) vendrían a ser, cada uno a su manera, una especie de desdoblamiento del Scrooge dickensiano. Innegable sustrato literario que no le resta ni un ápice de emotividad a la historia por más evidentes que sean los resortes de su efectismo. A fin de cuentas, ya se sabe que cuando suena una campanilla es porque algún ángel se ha ganado sus alas.
Un clásico de las Navidades.
ResponderEliminarDesde luego, aunque más que clásico yo lo llamaría "atemporal".
EliminarUn clásico navideño. En su estreno, falló el marketing; la televisión, aprovechándose al parecer de la ventaja de haber caducado los derechos, lo relanzó y convirtió en el título de culto que es y será por siempre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así fue. Lo cierto es que la televisión fue responsable de mitificar muchas películas. Un caso similar sería el de "Casablanca".
EliminarUn abrazo.
M'empipa quan per Nadal no la tornen a passar, hauria de ser 'obligatòria', com ho era el Tenorio per Tots Sants en èpoques remotes. El mateix pel que fa al Conte de Nadal de Dickens, en qualsevol de les seves versions, he he.
ResponderEliminarÉs que es veu que en els darrers anys han tingut lloc alguns litigis a propòsit dels drets d'explotació de la pel·lícula, fet que explica que ara ja no la passin tan sovint per televisió. En tot cas, a internet es troba amb facilitat.
EliminarHola Juan! Es una película que el amigo David de su sitio
ResponderEliminarhttp://safarinocturno.blogspot.com/
me recomienda año tras año, y aún hoy, sigo sin verla ¿estoy fuera de este mundo, cierto? ¿Tengo que remediar eso ya mismo?
Abrazos y felicidades!
Y lo hice. ¡El milagro navideño ha ocurrido hoy 26/12/2021!
EliminarPeliculón que habrá que repasar
Bueno, no tanto. Míralo al revés: aún te queda el placer de verla por vez primera.
Eliminar¡Felices fiestas, Frodo!
¡Bravo, Frodo! Bienvenido al club de fans de "¡Qué bello es vivir!"
EliminarHola Juan!
ResponderEliminarPoco que añadir sobre esta maravilla.
Te quería enviar un articulo (apenas so 3 columnas) que apareció estos días en prensa pero no aparece tu mail en el blog, si te interesa avisa. Aporta algún que otro dato que desconocía, como por ejemplo lo de la niña Karolyn Grimes, la que da vida a la hija de Stewart, aquí te dejo un enlace del Post, no se si lograras verlo al completo.
https://www.washingtonpost.com/arts-entertainment/2021/12/14/its-a-wonderful-life-zuzu/
Saludos!
Gracias, Fran: acabo de leer (y escuchar) el artículo. Es realmente impresionante la dimensión que ha llegado a adquirir esta película en la cultura americana. Como la propia historia de K. Grimes.
EliminarGracias otra vez y hasta pronto.