Director: Julio Salvador
España/Italia, 1955, 100 minutos
Sin la sonrisa de Dios (1955) de Julio Salvador |
Fruto de su experiencia como maestro de escuela en los distritos humildes de Barcelona, el futuro director de cine José Antonio de la Loma escribió una novela titulada Sin la sonrisa de Dios que serviría de base para el guion de la película homónima. De ahí la moralina sobre aquello tan truculento que sermonea la voz en off en el prólogo a propósito de los niños que se embrutecen callejeando por los rincones "malolientes" del vecindario "más triste y feo de la ciudad": el Barrio Chino, hoy rebautizado como Raval. Y es curioso porque, años más tarde, el propio de la Loma colocaría una reflexión similar al inicio de Perros callejeros (1977), si bien subrayando la nota quinqui en detrimento de la beatitud cristiana.
Son muchos los alicientes de este documento impagable, verdadera cápsula del tiempo que nos devuelve la imagen de cómo eran el puerto y sus aledaños por aquel entonces. O de los Encantes, adonde el díscolo "Piquín" (Pepito Moratalla) se gana algunos durillos revendiendo tebeos. Por no mencionar el Grupo Escolar Felipe II (actual Escola Collaso i Gil), junto a la emblemática iglesia de Sant Pau del Camp. No obstante, y al margen de lo discutibles que nos resulten hoy en día algunos aspectos del mensaje subyacente del filme, lo cierto es que Sin la sonrisa de Dios denota una más que evidente influencia del neorrealismo italiano. De hecho no hay más que ver al niño protagonista sentado al borde de una acera para rememorar, en el acto, al Bruno que enternecía los corazones en Ladri di biciclette (1948).
Julio Salvador (1906-1974), cuyo nombre quedaría para siempre ligado al éxito de la cinta policíaca Apartado de correos 1001 (1950), decidió asociarse con el actor principal de aquélla, el apuesto Conrado San Martín, para producir una típica historia de chicos conflictivos y maestro redentor que llega al centro, con sus métodos pedagógicos innovadores, para salvarlos de la "constante influencia del ambiente" y de la vida en la calle: "la mejor escuela del vicio". Naturalmente, toda violencia física queda excluida del aula, que ya bastantes palos reciben las criaturas por parte de unas familias desestructuradas que malviven en "viviendas miserables, sin el aire imprescindible para no ahogarse".
Por último, aunque no menos relevante, la película encierra una más que certera reflexión a propósito de lo que significa la verdadera vocación docente, representada por el entusiasmo del joven señor Ponte (San Martín), quien recibirá, sin embargo, la tentadora oferta de convertirse en director de un colegio de élite, ultramoderno y con alumnos de las mejores familias, pero desprovisto del calor humano que le aportan sus chicos de barrio.
Tinc una certa devoció per aquesta pel·lícula, potser per la visió del barri i el Collaso i Gil en aquella època, o pel Conrado San Martín, una de les meves devocions, el fragment en el qual li ofereixen feina en una privada perquè la seva bona planta atraurà les ares és antològic. I això encara funciona. I per raons professionals, també, no vaig conèixer escoles tan cutres pero gairebé.
ResponderEliminarOstres! Doncs a mi t'asseguro que no em passa això d'atreure les mares. Deu ser que no tinc bona planta... (o, como a mínim, no tan bona com la del Conrado San Martín).
EliminarLa moralina de l'època no es podia evitar, malmet molts finals d'històries bones, que, com remarques, no tenen res a envejar al neorealisme italià, una altra de les meves devocions, malgrat el final, és un altre retrat de la Barcelona mísera, 'Hay un camino a la derecha'. Sobre tot, a la derecha, he, he. Però li tinc carinyo, també, a aquella.
ResponderEliminarSí, tens raó: hi ha moltes similituds entre aquesta pel·lícula i la d'en Rovira-Beleta, que és un any anterior. De fet totes dues transcorren al mateix barri i en ambdós casos s'inclouen escenes filmades al carrer, la qual cosa no era gaire habitual aleshores.
EliminarHola Juan!
ResponderEliminarIncluso el poster de la película se asemeja bastante al que usaste para ilustrar la película de De Sica, la foto del niño sentado es tal cual. Acabo de comprobar si la tengo en Filmin y no, me voy a pensar lo de darme de alta de nuevo en Flix Olé.
Con todo esto que nos has contado me has despertado el interés, otra que anoto.
Saludos y buen finde!
Pues, si la quieres ver, no tienes más que clicar el enlace que he incluido en el texto (en el segundo párrafo, coincide con el título de la peli). También podrás verla, hasta el próximo viernes, en la web de RTVE.
EliminarSaludos.