Título original: Les rivières pourpres
Director: Mathieu Kassovitz
Francia, 2000, 106 minutos
Los ríos de color púrpura (2000) de Mathieu Kassovitz |
Personne ne peut comprendre un flic. Encore moins le juger. Nous évoluons dans un monde brutal, incohérent, fermé. Vous êtes en dehors, et vous ne pouvez plus le comprendre. Vous êtes en dedans, et vous perdez toute objectivité.
Jean-Christophe Grangé
Les rivières pourpres
Convertir una novela de cuatrocientas páginas en una película de poco más de cien minutos pasa forzosamente por una simplificación del material adaptado. Y eso es precisamente lo más llamativo de un filme policíaco que partía del best seller homónimo de Jean-Christophe Grangé, responsable asimismo, junto al realizador Mathieu Kassovitz, del guion.
Transcurren los hechos, una serie de crímenes macabros cuyo móvil apunta a oscuras motivaciones eugenésicas, en el seno de una pequeña comunidad universitaria de la región de los Alpes a la que son destinados dos agentes de policía parisinos, encargados ambos de sendas investigaciones y bastante antitéticos entre sí: Pierre Niémans (Jean Reno) y Max Kerkerian (Vincent Cassel). Un único detalle les une: sus métodos no son nada ortodoxos.
El primero de ellos es el típico veterano que está de vuelta de todo. En la novela se detalla cómo apalea a un hooligan inglés, hincha del Arsenal (que acaba de perder la final de la Recopa frente al Zaragoza), motivo por el que sus superiores lo destierran a un aburrido departamento de provincias, si bien todo ese turbio pasado queda deliberadamente excluido de la película. Kerkerian, a su vez, es un antiguo delincuente reconvertido en agente de la ley, aunque en el libro se llama Karim Abdouf, es de origen magrebí y luce unas espectaculares rastas.
Queda claro, por tanto, que lo que la fuente literaria pudiese tener de crítica o provocación se diluye aquí en aras de conseguir un producto mucho más neutro. Desaparecen, además, personajes o bien se funden dos en uno (caso de Fabienne Herault y la hermana Andrée, interpretada por Dominique Sanda). Con todo y con eso, el eco más que evidente de thrillers como El silencio de los corderos (1991) o Seven (1995) le resta credibilidad a una historia ya de por sí bastante pillada por los pelos.
El primero de ellos es el típico veterano que está de vuelta de todo. En la novela se detalla cómo apalea a un hooligan inglés, hincha del Arsenal (que acaba de perder la final de la Recopa frente al Zaragoza), motivo por el que sus superiores lo destierran a un aburrido departamento de provincias, si bien todo ese turbio pasado queda deliberadamente excluido de la película. Kerkerian, a su vez, es un antiguo delincuente reconvertido en agente de la ley, aunque en el libro se llama Karim Abdouf, es de origen magrebí y luce unas espectaculares rastas.
Queda claro, por tanto, que lo que la fuente literaria pudiese tener de crítica o provocación se diluye aquí en aras de conseguir un producto mucho más neutro. Desaparecen, además, personajes o bien se funden dos en uno (caso de Fabienne Herault y la hermana Andrée, interpretada por Dominique Sanda). Con todo y con eso, el eco más que evidente de thrillers como El silencio de los corderos (1991) o Seven (1995) le resta credibilidad a una historia ya de por sí bastante pillada por los pelos.
Que tal Juan!
ResponderEliminarLa vi solamente una vez cuando fue estrenada, recuerdo que sorprendió el desenlace final.
En cuanto a las adaptaciones, supongo que a veces por motivos de producción se omiten detalles o se le mete la tijera. En todo caso esos aspectos de los personajes que se dejaron fuera me resultan interesantes y creo que hacen mas atractivos a los personajes.
Por cierto, las carreras de ambos actores han ido por caminos diferentes, de Reno poco se, era muy taquillero por aquel tiempo, sin embargo Cassel ha pasado de tipo "macarrilla" repartiendo leña a ser un actor bastante correcto, o al menos esa es mi opinión.
Pues nada, seguimos mas o menos como siempre, venga, saludos y mucho animo!
No puede decirse que estemos ante una gran película, Fran. Como tampoco la novela es para tirar cohetes. Por cierto, ya que mencionas a Vincent Cassel: su padre interpreta un breve papel. Es el oftalmólogo Chernezé.
EliminarVenga, hasta pronto.