Director: José María González Sinde
España, 1980, 100 minutos
¡Viva la clase media! (1980) |
Dentro del cine político de la Transición, ¡Viva la clase media! pretendía dejar constancia de la modesta labor de quienes, en la década de los sesenta, lucharon contra el franquismo desde la clandestinidad, a menudo sin llevar a cabo otras acciones que fuesen más allá de lanzar octavillas. Expuestos a ser detenidos en cualquier momento, aunque no siempre valorados en su justa medida por los cuadros dirigentes del PC, los jóvenes del sector mixto se ven atrapados, además, en las contradicciones propias de la clase social a la que pertenecen, ya que casarse, formar una familia, pagar las letras del televisor y del Seiscientos son considerados "pecados" pequeñoburgueses fruto de la alienación capitalista y difícilmente compatibles con la disciplina de partido.
En ese orden de cosas, tanto Spencer (Emilio Gutiérrez Caba) como Vladimiro (José Luis Garci) no dejan de ser un par de chicos de buena familia, el uno melómano y el otro cinéfilo, que se meten en política en busca de aventuras, pero a los que aburre soberanamente la lectura de Marx y Lenin. Es, al respecto, muy sintomática la escena en la que el jefe de su célula (haciendo ver que rellenan una quiniela cada vez que se acerca el camarero) alecciona a los jóvenes en un café, leyéndoles fragmentos escritos por el padre de la Revolución rusa que ellos a duras penas son capaces de seguir. Y, sin embargo, se involucrarán en la lucha hasta las últimas consecuencias, pagando un precio enorme por ello.
De todas formas, el triste destino que corren los personajes contrasta vivamente con la música festiva de Federico Chueca que se utiliza como banda sonora tanto en los títulos de crédito iniciales como en los finales. Sólo "El cant dels ocells" nos da la justa medida de su sufrimiento.
En cuanto al reparto de ¡Viva la clase media!, éste nos deja alguna que otra sorpresa, como ver actuar a Garci (no muy convincentemente, la verdad) o que los hermanos Gutiérrez Caba, Emilio e Irene, interpreten el papel de madre e hijo.
De todas formas, el triste destino que corren los personajes contrasta vivamente con la música festiva de Federico Chueca que se utiliza como banda sonora tanto en los títulos de crédito iniciales como en los finales. Sólo "El cant dels ocells" nos da la justa medida de su sufrimiento.
En cuanto al reparto de ¡Viva la clase media!, éste nos deja alguna que otra sorpresa, como ver actuar a Garci (no muy convincentemente, la verdad) o que los hermanos Gutiérrez Caba, Emilio e Irene, interpreten el papel de madre e hijo.
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