Título original: Médecin de campagne
Director: Thomas Lilti
Francia, 2016, 102 minutos
Un doctor en la campiña (2016) de Thomas Lilti |
Como ya hiciera en su anterior filme (Hipócrates, 2014), el director Thomas Lilti ha vuelto a inspirarse en su pasado profesional ligado a la medicina para ambientar su nueva película. Y en Un doctor en la campiña se suma, además de contar con el actor de moda François Cluzet, a esa tendencia tan habitual del cine francés de hoy en día de trasladar la acción a las provincias, huyendo del excesivamente manido París.
El resultado es más bien previsible, con algún toque tan efectista como innecesario: la enfermedad teóricamente irreversible del protagonista, los frustrados embarazos de Ninon o la fuga del hospital con el anciano señor Sorlin serían sólo algunos ejemplos de ello.
En ese sentido, el pique entre el médico veterano y la recién-llegada-joven-doctora-parisina (Marianne Denicourt) que, en principio, podría rivalizar con él sólo añade más leña al fuego de los lugares comunes. Lo cual no es óbice para que Médecin de campagne logre recrear por momentos una convincente atmósfera de lo que debe de suponer ejercer la profesión en el actual medio rural francés. Dicho verismo se logra, por otra parte, gracias a la participación de actores no profesionales que aportan el necesario toque de frescura a un título concebido con la evidente intención de reivindicar la tarea llevada a cabo por dichos facultativos.
De ahí que, y a pesar de sus evidentes aspectos mejorables, valga la pena salvar una película hecha por alguien que conoce a la perfección el contexto del que habla: puede que, en esta ocasión, Thomas Lilti no supere la prueba cinematográficamente hablando (a fin de cuentas, Un médico en la campiña no deja de ser un producto para todos los públicos, con lo que eso comporta), pero siempre aprobará con nota el test de las buenas intenciones.
Doctora novata parisina perseguida por una bandada de ocas furiosas |
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