Director: Nacho Vigalondo
España, 2003, 8 minutos
7:35 de la mañana (2003) de Nacho Vigalondo |
La idea parece sencilla: una chica (Marta Belenguer) entra en un bar y, acto seguido, el resto de parroquianos improvisan una original coreografía al ritmo de una canción no menos estrambótica. Un excéntrico personaje parece llevar la voz cantante. Son las 7:35 de la mañana...
Podrá resultar chocante, algunos dirán que hasta ridículo, pero lo cierto es que el cántabro Nacho Vigalondo (Cabezón de la Sal, 1977) estuvo nominado al Óscar por un cortometraje que, a priori, dejaría perplejo a cualquiera. Y, sin embargo, fue esa misma osadía la que debió de convencer en su momento a los académicos para que encumbraran al estrellato (relativo y pasajero, como el tiempo se encargaría de demostrar) a un joven hasta aquel entonces desconocido.
En todo caso, aquella boutade dejaba traslucir, en clave de comedia, una crítica contra la rutina diaria, esos días grises (de ahí la elección del blanco y negro) en los que quizá no hay motivos para sonreír, si no es que uno mismo se los inventa.
Como dato curioso, merece la pena señalar que entre los extras que llenan el local no sólo se encontraba la madre del director (Resu Vigalondo), sino también su colega de profesión Borja Cobeaga, quien un par de años más tarde optaría, a su vez, a la preciada estatuilla con otro corto, titulado Éramos pocos (2005).
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