martes, 31 de octubre de 2023

O corno (2023)




Título en español: El cornezuelo
Directora: Jaione Camborda
España/Portugal/Bélgica, 2023, 105 minutos

O corno (2023) de Jaione Camborda


Con el eco aún reciente de la expectación que O corno (2023) levantó en la última edición del Festival de cine de San Sebastián, la flamante Concha de Oro y segundo largometraje dirigido por la donostiarra (aunque afincada en Galicia) Jaione Camborda perfila un universo de complicidades femeninas, a base de miradas y silencios muy elocuentes, donde la presencia del hombre es bastante residual. De hecho, la película transcurre en un ambiente rústico o costero dominado por mujeres fuertes que mariscan mejillones con la misma presteza que después recogen patatas. Un mundo arcaico, fronterizo, de principios de los años setenta, en el que los partos se llevan a cabo sin epidural y los abortos se realizan con el alambre de una percha o mediante algún alcaloide derivado del centeno.

También la prostitución asoma de manera muy sutil cuando la protagonista se ve forzada a huir por las circunstancias hasta finalmente recalar en otros ámbitos menos idílicos que las inmediaciones de la Isla de Arosa. Sin embargo, María (Janet Novás), espíritu libérrimo donde los haya, demuestra poseer un carácter intuitivo que le permite ver más allá de la realidad circundante, por lo que las jóvenes acuden a ella en busca de consejo o incluso auxilio como si de una antigua meiga se tratase.



En ese mismo orden de cosas, el guion (escrito por la propia realizadora) juega continuamente con la idea de subvertir lo establecido en aras de una corporeidad que restituya el derecho de la mujer a regocijarse en los placeres sensuales —caso del encuentro nocturno que protagonizan María y el mago Juan (Diego Anido) entre los maizales o, antes, la pareja de adolescentes durante los primeros compases del filme— y que contrasta vivamente con la frialdad del comercio carnal al que se ve sometida la negra Anabela (Siobhan Fernandes).

No obstante, y por muchos sinsabores que padezcan esos personajes, al final es el ciclo de la vida lo que acaba imponiéndose. De ahí que la acción se abra y se cierre simbólicamente con las dolorosas contracciones de un alumbramiento, entendido, al mismo tiempo, como ritual en el que unas y otras (ayer auxiliadoras, hoy socorridas) se pasan el testigo fraterno de una solidaridad que las hace más resistentes frente a las inclemencias de un mundo hostil.



4 comentarios:

  1. Reivindicación de un universo femenino tan oculto hasta ahora.

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    1. Y de las virtudes "terapéuticas" del centeno. De hecho, el principio activo del cornezuelo (elemento que da título a la película) es el mismo que el del LSD.

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  2. Hola Juan!
    Figura en mi lista de pendientes. Tengo que hacer hueco en la agenda...
    Saludos!

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    1. No es para menos. Su directora, Jaione Camborda, hizo historia en el pasado Festival de San Sebastián.

      Saludos.

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