lunes, 15 de febrero de 2021

El detective y la muerte (1994)




Director: Gonzalo Suárez
España/Polonia/Francia, 1994, 108 minutos

El detective y la muerte (1994) de Gonzalo Suárez


El universo particular de Gonzalo Suárez, ya sea en su faceta de cineasta o en la de narrador, aparece continuamente poblado por seres un tanto extraños que, como Rocabruno y Ditirambo, son, a la vez, ellos mismos y su contrario. De ahí que, en la película que nos ocupa y mientras comparten un trayecto nocturno en coche, el Hombre Oscuro (Carmelo Gómez) le espete en un par de ocasiones al Detective (Javier Bardem) lindezas del tipo: "Si yo fuera tú no estaría conmigo" o "Si yo fuera tú me libraría de mí". Advertencias a las que el interpelado acaba replicando con una pregunta: "¿Cuánto darías tú si fueras yo para librarme de ti?"

Pretender reducir un filme de las características de El detective y la muerte (1994) a las angosturas de una lógica cartesiana sólo puede arrojar como resultado final la estupefacción de quien, harto de habérselas con un acertijo capcioso, termina por rendirse a la evidencia de que sus aristas, aparentemente crípticas, no son más que un mero divertimento desprovisto de todo sentido. Lo cual resulta, en sí mismo, enormemente profundo, según esa teoría de los opuestos a la que antes aludíamos. Baste señalar, como única aclaración, que Suárez se inspiró en un cuento de hadas de Andersen, pero sometiéndolo a los parámetros del Cine Negro.



Algunos de los personajes que aquí se dan cita parecen haber saltado de las páginas inertes de los libros a la vida ilusoria de la pantalla. Tal sería el caso, por ejemplo, de la Duquesa (Charo López), sofisticada femme fatale que ya había hecho acto de presencia en la novela El roedor de Fortimbrás (1965) y que ahora pondrá a prueba las dotes amatorias del antiguo boxeador, reconvertido en Detective, antes de consumar su traición.

Rodada en una Varsovia irreal y ruinosa, las maquinaciones que desde la Casa Azul orquesta la Gran Mierda (Héctor Alterio) irán por vez primera dirigidas contra el único gobierno al que no se puede engañar ni corromper: la propia Muerte. Que "nunca devuelve lo que coge (sólo, a veces, cambia una vida por otra)", mientras sobrevuela, al mismo tiempo, los arrabales de una ciudad fantasmal en cuyas profundidades habita la frágil María (Maria de Medeiros), criatura desvalida y miope que va en busca de quien pueda devolverle la respiración a su hijo.



6 comentarios:

  1. ¡Qué joven está Javier Bardem! ...y cuánto, cuánto cine me falta por ver... :(

    Un beso.

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    1. La magia del cine, entre otras virtudes, consiste en atrapar el instante para inmortalizarlo. En ese aspecto, y por más que pasen los años, Bardem mantendrá intacta su juventud pese a que en esta película se enfrenta nada menos que a la muerte.

      Saludos.

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  2. Nada menos que la Concha de Plata, se llevó Javier Bardem de San Sebastián por su interpretación.

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  3. Me ha ocurrido lo mismo que Alma al ver tan joven a Bardem! Imagino que con Alterio no me pasará lo mismo... ya estaba veterano incluso ahí en los noventas.
    Y también me voy de esta página tuya con esa misma cara y resumen, de Alma ¡Cuánto cine no vi aún! :(.

    De todas las últimas que reseñaste, creo que empezaría por esta. Es la que más se adapta a mi gusto personal. Es que el cine negro me puede.

    Abrazos, crack!

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    1. Muchas gracias, Frodo: me alegro de haber suscitado tu interés.

      Saludos.

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