Director: Andrucha Waddington
España/Brasil/Francia, 2010, 106 minutos
Lope (2010) de Andrucha Waddington |
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño.
Esto es amor: quien lo probó lo sabe.
Fue tan tumultuosa la vida del "fénix de los ingenios" que daría, sin duda, para rodar varios filmes inspirados en ella. No obstante, los productores de Lope (2010) optaron por centrarse exclusivamente en sus años de juventud. Al fin y a la postre ésta no es tanto una película sobre el poeta, sino un biopic al estilo de Shakespeare in Love (John Madden, 1998). De modo que poco importa si la imagen que se muestra del prolífico autor de comedias difiere sensiblemente de la acuñada por la historiografía oficial. Casi mejor, teniendo en cuenta que la cinta va destinada a un público ávido de aventuras y lances amorosos.
Como resulta también significativo el hecho de que se trate de una coproducción entre varios países dirigida por un brasileño, Andrucha Waddington, lo cual favorece una aproximación al personaje libre de posibles prejuicios o ideas preconcebidas. En esa misma línea, la elección para el papel principal del argentino Alberto Ammann (Córdoba, 1978) añadía otro elemento más que alejaba definitivamente el proyecto de cualquier tentativa de lectura rancia a propósito del que fuera apodado "monstruo de la naturaleza" por Cervantes.
Y es que, al igual que el Amadeus (1984) de Milos Forman, el protagonista de Lope es un hombre apasionado de carne y hueso, sensible al amor y a la belleza y, por ende, algo pendenciero y envuelto en continuas correrías. Así pues, lo veremos oscilar entre dos mujeres: Isabel de Urbina (Leonor Watling) y Elena Osorio (Pilar López de Ayala). Una le abrirá las puertas del éxito, merced a su parentesco con un importante empresario teatral; la otra no dudará en fugarse con él a Portugal, huyendo de los designios de su propia familia.
Lejos aún de los oropeles de la fama, el joven Lope de Vega (1562-1635) lo mismo se enrola en la Armada Invencible que escribe versos por encargo. Su apariencia cochambrosa denota los orígenes humildes de quien aprende bien pronto que "somos lo que la gente cree que somos", idea que se repetirá varias veces a lo largo de la película. De ahí el aplomo con el que insiste en reivindicar su talento frente a propios y extraños, siempre presto a desenvainar la espada si lo que está en juego es su reputación.
Me pareció un intento muy descarado de repetir el éxito de "Alatriste".
ResponderEliminar¡Feliz Navidad! Bon Nadal!
Fue, sin duda, concebida en la estela de "Alatriste", si bien es cierto que hubo unas cuantas producciones por aquellos años que, como "Los Borgia" (2006) de Antonio Hernández o "Tirante el Blanco (2006) de Vicente Aranda, intentaron revitalizar el cine histórico.
EliminarUn abrazo y Feliz Navidad.
Todo un personaje, cuya vida, como señalas, daría para mucho.
ResponderEliminarPor algo lo llamaron "Monstruo de la Naturaleza".
EliminarHola Juan!
ResponderEliminarSi bien la vi con ciertas reservas me pareció una interesante y agradable película. Los cajones de nuestra historia guardan un buen puñado de personajes que merecerían ser llevados a la gran pantalla.
Saludos!
Sin ser nada del otro mundo, posee el mérito de sacar a Lope de Vega de su pedestal para convertirlo en héroe popular. Y concluye, en los créditos finales, con una excelente canción de Jorge Drexler que fue premiada con un Goya.
EliminarSaludos.