Título original: The Fountain
Director: Darren Aronofsky
EE.UU./Canadá, 2006, 97 minutos
La fuente de la vida (2006) de Darren Aronofsky |
Puede que The Fountain sea una película desmesuradamente ambiciosa y hasta cierto punto fallida, pero ello no debería ser óbice para que suscite la admiración de cualquier cinéfilo que se precie. Como los delirios apocalípticos de Terry Gilliam o las divagaciones metafísicas de Terrence Malick, el filme de Aronofsky se adentra en las profundidades del tiempo y del espacio entrelazando tres historias unidas por el denominador común del afán de inmortalidad.
Un conquistador español del siglo XVI que viaja al interior de la jungla en busca de la Fuente de la eterna juventud; un investigador médico empeñado en salvar a su mujer de la enfermedad terminal que ésta padece; una especie de yogui bajo el Árbol de la vida al que hostigan sus propios fantasmas antes de partir rumbo a los confines del cosmos.
Abordar una empresa de tal magnitud en la era del mainstream supone, sin lugar a dudas, una proeza digna de encomio. Sobre todo a partir del momento en que el millonario proyecto inicial, que debían haber protagonizado Brad Pitt y Cate Blanchett, es cancelado por la Warner para retomarlo, pocos años después, ya con un presupuesto mucho más ajustado y Hugh Jackman y Rachel Weisz en los roles principales.
Un periplo desbordante desde la oscuridad hasta la luz cuyo significado último conecta el pasado remoto de los mayas con los arcanos recónditos del universo. Filigranas, estas últimas, para las que, en lugar de costosos efectos especiales, se prefirió la belleza microscópica de una reacción química provocada en la probeta de un laboratorio.
Un periplo desbordante desde la oscuridad hasta la luz cuyo significado último conecta el pasado remoto de los mayas con los arcanos recónditos del universo. Filigranas, estas últimas, para las que, en lugar de costosos efectos especiales, se prefirió la belleza microscópica de una reacción química provocada en la probeta de un laboratorio.
Que tal Juan!
ResponderEliminarDesde luego la propuesta tiene tela...
Si esto lo coge Nolan ni te cuento...jeje
Saludos!
Sí, bien visto. De hecho, Nolan y Aronofsky son dos cineastas de la misma generación con sensibilidades muy parecidas.
EliminarSaludos.