domingo, 15 de febrero de 2015

Leviatán (2014)




Título original: Leviafan
Director: Andrey Zvyagintsev
Rusia, 2014, 140 minutos

Leviatán (2014) de Andrey Zvyagintsev


Hoy domingo ha entrado en vigor el alto el fuego entre las tropas prorusas y las ucranianas. Aunque la paz definitiva se adivina compleja y todavía lejana, dicho cese de hostilidades supone un primer paso en la esperanza de conseguir la concordia. El conflicto con Ucrania no es el primero que protagoniza Rusia en aquella área geográfica, pues antes estuvieron los de Georgia y Chechenia, pero sí es sintomático del estado en el que se encuentra un país tradicionalmente lastrado por dudosos intereses defendidos desde las altas esferas del poder.

En dicho ambiente de corrupción indisimulada y descomposición manifiesta del sistema transcurre la acción de Leviatán, la última película del cineasta Andrey Zvyagintsev. Buena metáfora de todo ello sea quizá el esqueleto de la ballena que preside la bahía donde habitan los personajes. No es el único resto de valor simbólico: las proas carcomidas de antiguos balleneros hundidos en la ensenada parecen aludir al naufragio de los valores en aquella sociedad. El argumento de la película irá confirmando en el espectador todas estas sospechas. Es el siguiente:



Kolya vive con su joven mujer Lilya y su hijo Roman, fruto este de una anterior relación, en una aldea a orillas del mar de Barents, en el norte de Rusia. Kolya tiene un taller de mecánica junto a su casa, aunque el alcalde del pueblo, un político corrupto y sin escrúpulos, está resuelto a apoderarse de la casa y del taller cueste lo que cueste. Previamente ya había intentado comprar el terreno, pero Kolya no quiere vender. Por eso, un apuesto abogado ha venido desde Moscú para ayudar a Kolya y a su familia a hacer frente al alcalde. Para ello, pondrá al descubierto las irregularidades del político, aunque todo parece indicar que la justicia en Rusia siempre juega a favor de los más poderosos, incluida la Iglesia ortodoxa.

Se ha dicho que Leviatán está levantando ampollas en el Kremlin por lo explícito de su crítica a las corruptelas que pervierten a todas las capas de la sociedad rusa, lo cual resulta curioso si se tiene en cuenta que el filme cuenta con el patrocinio del Ministerio de cultura. Aunque también Buñuel rodó Viridiana en la España de Franco y ya sabemos cómo acabó todo aquello. De momento, la película ya ha ganado el Globo de Oro a la Mejor película de habla no inglesa y está nominada al Óscar en la misma categoría.


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