jueves, 29 de agosto de 2019

Todas las canciones hablan de mí (2010)




Director: Jonás Trueba
España, 2010, 108 minutos

Todas las canciones hablan de mí (2010)
de Jonás Trueba


Fiel a los elementos que componen el universo fílmico de los Trueba —habitualmente delimitado por libros, música de jazz y referencias cinéfilas—, Jonás hacía su debut en la dirección con lo que en apariencia tiene pinta de ser una simple comedia romántica, pero que, a decir verdad, no fue sino la primera entrega de una particular forma de entender y explicar la realidad. Como en las películas de John Cassavetes, los apartamentos, los cafés, las librerías donde transcurre la acción no son decorados, sino lugares auténticos en los que la vida fluye parsimoniosamente. Quizá por eso mismo Ramiro (Oriol Vila) tiene la sensación de que todas las canciones hablan de él...

Licenciado en Filología, Ramiro es el prototipo de joven un tanto cenizo y que, un poco a la manera de los personajes de Truffaut, se dedica a ir de flor en flor porque es incapaz de olvidar a la que de verdad es el amor de su vida. Tal y como nos recuerda la voz en off del propio Jonás Trueba, él y Andrea (Bárbara Lennie) se separaron hace algún tiempo tras seis años de relación. Aunque donde hubo fuego siempre quedan rescoldos y sus pasos parecen predestinados a reencontrarse.



Es ésta una película de primeros planos mirando a cámara. O en la que unos "irrumpen" en la privacidad de los otros, tal vez porque se imaginan cómo será la existencia que lleva cada cual ahora que ya no están juntos. Hay amigos peculiares como Lucas (Bruno Bergonzini), que parecen salidos de una obra de Valle-Inclán. O que, como Luismi (Ramon Fontserè), le echarán un cable a Ramiro para publicar su primer libro, aunque sea con una errata en la portada.

Tiene, por lo demás, una estructura muy literaria, dividida en seis partes con títulos tan ocurrentes como "Las inquietudes de Ramiro Lastra" (de clara raigambre barojiana) o "La paradoja matemática de la nostalgia". De hecho, son muchas las citas que, explícitamente o a través de los diálogos, irán desfilando, desde versos de la argentina Alejandra Pizarnik (1936-1972) hasta aforismos de Pessoa. Como aquel que afirma que: "Todas las cartas de amor son ridículas. No serían cartas de amor si no fueran ridículas. Cuando hay amor, las cartas de amor tienen que ser ridículas. Y es que, en fin, sólo las criaturas que no han escrito jamás cartas de amor son las que son ridículas."


2 comentarios:

  1. a pesar de no decir si te gustó de verdad o no, intuyo que por estas líneas me puede interesar... veremos si la ubico en algún lado para verla... saludos...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por supuesto que me gustó, JLO. Al igual que "La virgen de agosto", que comenté hace unos días. De hecho, creo que Jonás Trueba es, ahora mismo, el director que mejor sabe retratar a la juventud española.

      Por cierto que, en esta película, actúa una muy buena actriz argentina (Valeria Alonso), con lo que ya tienes otro aliciente para verla.

      Gracias por visitar el blog y por tu comentario y hasta pronto.

      Eliminar