sábado, 13 de septiembre de 2025

El cautivo (2025)




Director: Alejandro Amenábar
España/Italia, 2025, 134 minutos

El cautivo (2025) de Alejandro Amenábar


La "polémica" de la que viene precedida El cautivo (2025) resulta un tanto exagerada tratándose de una película que, desde el punto de vista estrictamente cinematográfico, no deja de ser una simple recreación histórica, correcta y hasta cierto punto interesante, pero poco más. Su director, el mismo Amenábar que, tras deslumbrar en los inicios de su carrera con ejercicios de suspense de la altura de Tesis (1996), Abre los ojos (1997) o Los otros (2001), hace ya tiempo que tomó otros derroteros más grandilocuentes y, lamentablemente, menos exitosos a nivel comercial.

Aun así, la cinta que nos ocupa, debidamente adornada con una dirección de fotografía de tintes terrosos, a cargo de Álex Catalán, que remite a la pintura del Renacimiento y la ya habitual banda sonora del propio Amenábar (que también es compositor, conviene no olvidarlo), contiene no pocas referencias a la vida y la obra de Cervantes. Por ejemplo en esa pareja de mercedarios, uno altísimo y enjuto (interpretado por César Sarachu, el mismo actor que en su día se hizo célebre gracias a su papel de Bernardo en la serie televisiva Cámera café) el otro orondo y paticorto, que son la viva imagen de Don Quijote y Sancho.



Estamos en el Argel de 1575 y Miguel de Cervantes Cortina, apodado "Saavedra" ('el del brazo roto') entre los lugareños, tiene a la sazón 28 años. Su habilidad para contar historias, a menudo engarzadas unas en otras, en un típico juego cervantino, le granjeará las simpatías de sus compañeros de cautiverio y hasta del bajá Hasán (Alessandro Borghi), un renegado de origen veneciano que se encapricha de él. Pero como el "manco" de Lepanto no es precisamente un principal, pese a la carta de Juan de Austria que obra en su poder, parece difícil que alguien se aventure a pagar el rescate por un don nadie.

Puede que el rigor histórico brille por su ausencia. O que la presunta homosexualidad del futuro Príncipe de los Ingenios y loor de las letras castellanas incomode entre determinados sectores retrógrados. Lo que resulta evidente es que Alejandro Amenábar ha sabido generar debate a partir de un episodio poco explorado para que se hable lo suficiente de su película y así obtener otro éxito de taquilla. Aparte de Julio Peña en el papel protagonista, destacan Miguel Rellán como viejo cronista y Fernando Tejero como fraile intrigante.



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