Título original: Nous finirons ensemble
Director: Guillaume Canet
Francia/Bélgica, 2019, 135 minutos
Pequeñas mentiras para estar juntos (2019) de Guillaume Canet |
La autocomplacencia que exteriorizan los personajes de Nous finirons ensemble, secuela de Les petits mouchoirs (2010), pondrá, sin duda, nervioso a más de un espectador. Porque, aparte del oportunismo de estrenar una segunda parte casi diez años después del relativo éxito de la primera, ni las acciones ni sus diálogos parecen tener mayor justificación que el mostrar a un grupo de amigos sonrientes.
¿A quién le puede interesar una película que más bien parece uno de esos espacios televisivos de telerrealidad cuyos participantes conviven durante unos días en el mismo sitio? Pues sintiéndolo mucho, y sin ánimo de ofender a nadie, es muy probable que un producto de tales características vaya más o menos dirigido, salvando las distancias, a similares sectores de la audiencia que Gran Hermano o La isla de los famosos.
Historias triviales para un público superficial: la fórmula ideada por Guillaume Canet consiste en reunir a los protagonistas alrededor de una mesa bien provista de vino, condumio o lo que se tercie. O sentarlos sobre el césped del jardín para contemplar una puesta de sol. En otras ocasiones, los hará viajar a bordo de una lancha para practicar esquí acuático, saltar en paracaídas desde un avión a mil pies de altitud o cualquier otro tipo de actividad de aventura. Todo ello bien aderezado con canciones en inglés de los sesenta y setenta, una de las debilidades del director.
La vie est belle ! Por lo que nada tiene de especial que Max (François Cluzet) se eche atrás en el último instante y no venda la casa de Cap-Ferret que es el punto de reunión de tan heterogénea pandilla. En realidad, se trata de uno de tantos elementos previsibles de Nous finirons ensemble. Como la aparición final de Ludo (Jean Dujardin), alentando desde el más allá al propietario para que no firme el contrato de compraventa.
Yo tuve bastante con la primera parte y de ésta he pasado olímpicamente.
ResponderEliminarSaludos.
Pues has hecho muy bien, Ricard. La verdad es que no te pierdes nada.
EliminarSaludos
Hola Juan!
ResponderEliminarCreo que tiene todas las papeletas para que no la vea. Ya que lo mencionas, en mas de una ocasión me he preguntado como es posible que productos como los que mencionas (grandes hermanos y derivados...) sigan ocupando un lugar en la programación de la televisión, es evidente que tienen su publico, de eso no cabe duda, pero es realmente deprimente y patetico...
Esta bien que nos adviertas de vez en cuando sobre peliculas similares, no sea que caigamos en la trampa...jeje
Por cierto, fantastico el documental de Francisco Boix.
Saludos!
Hombre: hay gustos para todo, Fran. Y supongo que es bueno que sea así. Bien mirado, tampoco tengo mucho derecho a criticar el trabajo de Guillaume Canet, ya que sabía de antemano lo que me iba a encontrar. Así que me está bien empleado.
EliminarVenga, Fran: gracias por tu comentario y fidelidad.
Hasta pronto,
Juan