martes, 4 de noviembre de 2025

Master and Commander: Al otro lado del mundo (2003)




Título original: Master and Commander: The Far Side of the World
Director: Peter Weir
EE.UU., 2003, 138 minutos

Master & Commander (2003) de Peter Weir


Son muchos y diversos los referentes de los que bebe Master and Commander (2003), superproducción histórica libremente ambientada en las profundidades del océano Atlántico a principios del siglo XIX, según lo expuesto por Patrick O'Brian en su exitosa saga de veinte novelas, con la que el australiano Peter Weir, director de la cinta, ponía el broche de oro a una filmografía en la que sobresalen títulos como Pícnic en Hanging Rock (1975), Único testigo (1985), El club de los poetas muertos (1989) o El show de Truman (1998).

Retomando el modelo de la mítica El motín de la Bounty (1935), en la que ya se explotaba el contraste entre las personalidades opuestas de varios oficiales de la Marina británica, los hechos acontecen a bordo de una fragata cuya singladura se ve continuamente entorpecida por los embates de otra embarcación mucho más potente, el temible buque corsario Achéron, de nacionalidad francesa. Planteamiento éste, heredero del enfrentamiento desproporcionado entre David y Goliat, que quizá resulte un tanto manido (de hecho está presente en infinidad de relatos, desde Moby Dick hasta El diablo sobre ruedas), aunque no por ello menos efectivo.



Majestuosa epopeya naval, pues, que trasciende el género de aventuras para ofrecer un retrato profundo e inmersivo de la vida a bordo de un buque de guerra en alta mar durante las Guerras Napoleónicas (los títulos de crédito iniciales sitúan la acción de la película en 1805). El capitán Jack Aubrey (un formidable Russell Crowe) se encuentra al mando de la fragata británica HMS Surprise y, pese a su talante un tanto rudo, demostrará ser un líder abierto de miras, capaz de escuchar y aceptar las propuestas de su tripulación. A tal efecto, resulta enormemente significativo el episodio en el que el marino adopta como estrategia defensiva el concepto de mimetismo que le ha escuchado explicar al doctor Stephen Maturin (Paul Bettany), cirujano de la nave, naturalista e intelectual, antecesor de Darwin en las Galápagos, que representa la mente científica y racional frente a la intuición y el deber militar de un hombre de acción como Aubrey.

De hecho, es la amistad entre ambos personajes, magistralmente ilustrada mediante la interpretación que los dos llevan a cabo, al violín y al violonchelo, de la "Música nocturna" de Boccherini, la que sirve como ancla emocional en medio de la brutalidad de la guerra. En ese sentido, el filme explora con sutileza la jerarquía, la superstición, el coraje y la camaradería que mantiene unidos a los miembros de ese microcosmos flotante que es la Surprise. Una historia a propósito del liderazgo y de las decisiones difíciles que se deben tomar cuando la vida de cien hombres pende de un hilo.



6 comentarios:

  1. Cuando la vi por primera vez tenía el pálpito de que esta película, con el tiempo, se convertiría en algo perdurable en nuestra memoria, hoy, una vez transcurrido ese tiempo, creo poder decir sin equivocarme que "Master and comannder", se ha convertido ya en un clásico.

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  2. Una magnífica película de aventuras y, como señalas, una oda a la amistad y a la camaradería.

    Un abrazo.

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    1. Brillante ejercicio de estilo que aúna el espectáculo de una superproducción con temas de índole más humana.

      Un abrazo.

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  3. Obra maestra. Cuando lees el libro, te imaginas lo que luego te cuenta Weir. Le dediqué un capítulo entero a esta maravilla donde la fragata es un personaje más: hasta Aubrey acaricia sus heridas...
    Saludos.

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    1. Nadie mejor que tú, Fernando, para captar todos esos matices de un tema que dominas. Tengo pendiente hacerme con un ejemplar de tu libro.

      Saludos.

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