miércoles, 9 de agosto de 2017

50 primaveras (2017)




Título original: Aurore
Directora: Blandine Lenoir
Francia, 2017, 89 minutos

50 primaveras (2017) de Blandine Lenoir


Aurore (que las productoras locales han tenido a bien rebautizar con un más explícito 50 primaveras) pertenece a esa clase de comedias mainstream del cine francés, capaces de interesar a todos los sectores del público merced a su carácter eminentemente comercial. A tal efecto, escogen temas de interés social para plantear el dilema de algún personaje desde una óptica moral. Quizá sean Francis Veber o Patrice Leconte los realizadores que mejor representan ese tipo de cine, con películas como Le placard (Salir del armario, 2001) o Mon meilleur ami (2006), respectivamente, junto con Jean Becker (Dialogue avec mon jardinier, 2007) y otros éxitos de taquilla más o menos recientes como Qu'est-ce qu'on a fait au Bon Dieu ? (2014).

Nómina que podría incrementarse con títulos de la cada vez más extensa filmografía de la directora y actriz Agnès Jaoui, que aquí interpreta a la protagonista: una mujer que acaba de entrar en la cincuentena y a la que aquejan los consabidos gajes de la edad, desde sofocos a dificultades para la inserción laboral, pasando por el síndrome del nido vacío y una situación sentimental en punto muerto.

Bailando el clásico de Nina Simone "Ain't Got No, I Got Life"


Aridez afectiva que comenzará a tocar a su fin cuando Totoche (Thibault de Montalembert), el novio que tuvo a los dieciocho años y al que abandonó por su mejor amigo, reaparezca para poner un punto de optimismo en su horizonte vital. No será el único, pues su hija mayor espera un hijo, y amigos no le faltan. La mejor: Mano (Pascale Arbillot), mujer independiente, optimista, excéntrica y dotada de un particular sentido del humor que le permite atreverse a todo.

Se dirá, y con razón, que apenas hora y media de metraje no da para profundizar lo suficiente en temas de tanta relevancia. Pero aun así, Blandine Lenoir ha querido, en el que es su segundo largometraje, incluir un pequeño fragmento televisivo de la antropóloga Françoise Héritier. Se trata de una interesante reflexión a propósito de unas estampas decimonónicas que representaban las respectivas edades del hombre y de la mujer, prueba fehaciente de cómo los roles tradicionalmente asignados a uno y a otro sexo diferían sustancialmente. Breve nota erudita en un conjunto destinado a dejar buen sabor de boca en espectadores de toda condición y a poner en el mapa a un segmento de la población femenina al que con demasiada frecuencia se tiende a considerar invisible.



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