domingo, 16 de mayo de 2021

El fantasma de la libertad (1974)




Título original: Le fantôme de la liberté
Director: Luis Buñuel
Francia/Italia, 1974, 104 minutos

El fantasma de la libertad (1974) de Luis Buñuel


La película, muy ambiciosa, difícil de escribir y de realizar, me pareció un poco frustrante. Inevitablemente, ciertos episodios predominan sobre otros. Pero, de todos modos, sigue siendo una de las películas mías que prefiero.

Luis Buñuel
Mi último suspiro
Traducción de Ana Mª de la Fuente

Toledo, 1808. Un grupo de condenados a muerte espera impasible ante el pelotón de fusilamiento. "¡Vivan las caenas!", grita uno de ellos justo antes de que la escuadra napoleónica abra fuego. En los rostros de esos cuatro desgraciados el espectador atento reconocerá al propio Luis Buñuel, el productor Serge Silberman, José Luis Barros y José Bergamín. La acción, tal y como se señala previamente en un rótulo en los créditos iniciales, está basada en una leyenda de Bécquer ("El beso", para ser exactos), si bien ello es sólo el punto de partida de una mezcolanza tan insólita como a veces divertida.

Le fantôme de la liberté (1974) supuso la enésima (y penúltima) recreación de algunos de los lugares comunes más gratos al cineasta aragonés. Con especial predilección hacia aquellos que ya estaban presentes en su anterior filme (Le charme discret de la bourgeoisie, 1972). Por ejemplo, la breve aparición de Michel Piccoli, en un papel prácticamente calcado, o la escena del francotirador que encañona a sus víctimas desde lo alto de un rascacielos y que remite a una similar imagen con Fernando Rey como protagonista.



Por lo demás, el título de la película procede del inicio del Manifiesto comunista ("Un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo..."), aunque el concepto de libertad, en este caso y desde una óptica buñueliana, aludiría no tanto a lo político, sino más bien a la libertad creadora del autor, siempre ávido de despojarse de todas aquellas cortapisas que limitan la expresión de su mundo interior.

No puede negarse que un aire inequívoco de comedia preside buena parte de lo que aquí se muestra, desde el hostal de carretera en el que se hospeda el personaje interpretado por Milena Vukotic hasta la loca academia de policía cuyos gendarmes sabotean la clase del pobre profesor que intenta enseñarles la relatividad de las costumbres y las leyes. Y lo mismo pudiera decirse de los padres que denuncian la desaparición de una niña que no ha desaparecido o de los burgueses que defecan en grupo y comen a solas. "El mundo está loco", parecen decirnos Buñuel y Carrière, de modo que la acción sólo podía acabar en un zoológico, bajo la atenta mirada de un emú y con el ruido de fondo de las mismas ráfagas que un lejano día de 1808 asolaron Toledo.



8 comentarios:

  1. Me parece interesante toda esa mezcla que contás, el cine de este autor es difícil de entender dicen, no se si es verdad. Surrealismo puro siempre? Esa escena del francotirador que se repite me suena familiar de haberla visto en la tv de chico... puede ser eh. Saludos

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    1. "Difícil" en el sentido de que no siempre hay una explicación racional que te aclare qué es lo que ha querido decir. Aunque ahí es, precisamente, donde radica su verdadero encanto.

      Saludos.

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  2. Hay que ver lo bien que llevaba sus “fantasmas” a la pantalla y como reflejaba los ajenos, construyendo para todos ellos un mundo reconocible, donde humor, sueños, transgresión, mentiras y verdades se juntan o dan una mezcla solo posible en Buñuel, quizá uno de los cineastas que mejor ejemplifica aquello de “universo creativo propio”.

    Saludos.

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    1. Ciertamente, Antonio. De ahí que sea uno de los pocos cineastas que han merecido un adjetivo propio ("buñueliano") para definir su estilo.

      Saludos.

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  3. Hace relativamente poco (en la anterior "normalidad") me senté en uno de esos váteres de la secuencia del comedor, en el museo del cine de Turín; la sensación es rara y las risas abundantes.
    Saludos.

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    1. De hecho, todos nos sentamos a diario en algo parecido (aunque no sea en un museo): Buñuel y Carrière supieron captar la esencia del mundo en el que vivimos.

      Saludos.

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  4. Siempre, o casi siempre, está presente en los films del aragonés ese peculiar e inteligente sentido del humor que hace tan gratas sus películas.

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