Director: Antonio Fraguas, 'Forges'
España, 1975, 84 minutos
País, S.A. (1975) de Forges |
Hay películas que nacieron fruto de una coyuntura muy específica y que, precisamente por ello, resultan del todo irrepetibles. O incluso inconcebibles a día de hoy (por lo menos, en lo que al cine se refiere, porque en Telecinco ya sabemos que no hay límites...). Pero en la España del 75 estas cosas no sólo eran posibles, sino que además (y eso es lo fuerte) pasaban. Una película dirigida por Forges, con un argumento tan delirante como sus viñetas y un montón de actores y celebridades de la época haciendo apariciones estelares: Concha Velasco vestida de monja, José Luis López Vázquez saliendo de una cabina telefónica al tiempo que grita: "¡Si se llega a enterar Mercero!", Juan Diego haciendo de mendigo, Sancho Gracia aparcando su coche frente a la discoteca Boccaccio (la de Madrid, en Marqués de la Ensenada), Chicho Ibáñez Serrador y Alfredo Amestoy haciendo de abogados... En fin, que hasta el Dúo Dinámico andaban por allí.
La diversificación del sector audiovisual en las últimas décadas ha hecho que productos como País, S.A. sólo tengan cabida en la televisión (y no en todas las cadenas) o en internet. Sin embargo, cuando no había tanta variedad de canales para la difusión no era tan extraño que un humorista gráfico diese el salto a la gran pantalla. En todo caso, esta gamberrada que ahora a muchos les parecerá infumable posee un enorme valor como documento histórico, testimonio de una etapa muy particular de nuestro pasado o como quiera llamársele.
ARRIBA (Izquierda a derecha): San José-Delgado-Zarzo ABAJO (Izquierda a derecha): Algora-Font-Gamero |
Y el estilo inconfundible de Forges, que aún puede seguirse a diario desde las páginas de El País, está muy presente en la película. Sobre todo ese gusto tan suyo por el inglés macarrónico o la ironía sarcástica para denunciar la corrupción (en esto no hemos cambiado tanto: más bien se ha ido a peor). Incluso los nombres parlantes de sus personajes denotan el sentido del humor que le ha hecho célebre, siendo el caso más llamativo el de Don Luis Pesón Muchapast (Fernando Delgado), un cínico empresario millonario al que una panda de infelices gánsters aficionados decide secuestrar.
El tono general es deliberadamente chapucero e irreverente (on 'pórpous', of 'cors') y hasta en el arranque se supone que los proyeccionistas la lían metiendo el rollo que no toca, por lo que lo primero que vemos son los títulos de crédito de El amor del capitán Brando (1974) de Jaime de Armiñán (detalle que, por cierto, no recogen las versiones de País, S.A. que hay colgadas en YouTube). Bueno, os dejamos con ella. Si sois capaces de aguantar hasta el final, os habréis ganado el Cielo (y parte del extranjero).
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