Título original: Father Goose
Director: Ralph Nelson
EE.UU., 1964, 118 minutos
Operación Whisky (1964) |
Una de las películas menos recordadas de Cary Grant y, sin embargo, el proyecto que más le entusiasmó en los últimos años de su carrera fue Father Goose (que en España se tituló Operación Whisky). Y aunque, vista hoy en día, pueda parecer una comedia más bien tonta (repipi sería el calificativo exacto), lo cierto es que mucho debía de interesarle al actor cuando rechazó protagonizar My Fair Lady por ella.
El motivo de tanta predilección radicaba en el hecho de que al fin le permitía poder interpretar un personaje alejado del estereotipo de galán elegante en el que casi siempre lo encasillaron. En ese sentido, el Walter Eckland al que aquí daba vida era un adán desagradable y alcoholizado, lo suficientemente huraño como para vivir aislado en una remota isla del Pacífico en plena Segunda Guerra Mundial.
He ahí el problema: ¿quién se iba a creer a un Cary Grant sin afeitar? Por más que el filme recibiese el Óscar al mejor guion original, el público recibió con una cierta frialdad ese aspecto desaliñado con el que el artista se descolgaba a última hora y que, a decir verdad, tan poco convincente resultaba en pantalla. Quizá por eso Cary Grant, ligeramente desencantado, sólo interpretaría una película más (Apartamento para tres, 1966) antes de retirarse definitivamente.
Todo lo cual vendría a ser la prueba palpable de que a mediados de los sesenta las viejas estrellas del Hollywood clásico ya no tenían cabida en un contexto que demandaba otro tipo de producto más acorde con los aires de renovación que soplaban desde hacía algún tiempo. Aun así, la convivencia forzada en Father Goose de siete niñas y una institutriz francesa (Leslie Caron) con un bebedor de whisky empedernido daba pie a situaciones singulares, cuando no embarazosas, como en el caso de la escena (de claro contenido sexual implícito) en la que Eckland intenta enseñar a Mademoiselle Frenau a pescar sin caña.
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