Título original: La notte
Director: Michelangelo Antonioni
Italia/Francia, 1961, 122 minutos
La noche (1961) de Michelangelo Antonioni |
De la misma manera que el escultor Pablo Gargallo fue capaz de integrar el vacío en su obra (ahí está, por ejemplo, El profeta para atestiguarlo), a Antonioni también se le debe la paradoja de haber hecho del silencio el elemento quizá más expresivo de su cine. Por lo menos en la Trilogía de la incomunicación, de la que La notte (1961) forma parte junto con L'avventura (1960) y L'eclisse (1962).
No hay más que ver a Mastroianni y Moreau caminando campo a través en la última secuencia para cerciorarse de que su relación está muerta, por mucho que quieran engañarse y seguir instalados en una rutina tan confortable como vacía. Él, novelista de éxito; ella, esposa insatisfecha aunque fiel: la velada de la que somos testigos es sintomática del conjunto de su vida en común.
Como planteamiento resulta aparentemente sencillo, pero algo debe tener cuando tantos lo han copiado, entonces y ahora: Jorge Grau en Noche de verano (1963) o Paolo Sorrentino en La grande bellezza (2013), sin ir más lejos, si bien el ascendente felliniano es también notable en ambos. Pero, aun así, Antonioni es irrepetible, puesto que el mérito de su película reside en expresar realidades de una profundidad considerable (aislamiento, soledad, frustración) sin decir gran cosa.
"Todo millonario quiere a su intelectual". Frase lapidaria con la que Lidia resume de antemano la vacuidad de la fiesta a la que asistirán en la mansión de los Gherardini, así como el mercantilismo de una burguesía milanesa para la que todo el mundo tiene un precio.
Creo que esta es su mejor película.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, yo también lo pienso. Pero ¿creerás que había gente que salía de la sala diciendo "¡Qué latazo!"? En fin, cada uno es libre de pensar lo que quiera.
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