Título original: Summertime Killer
Director: Antonio Isasi-Isasmendi
España/Francia/Italia, 1972, 110 minutos
Un verano para matar (1972) de Antonio Isasi-Isasmendi |
Cine de acción y sin complejos, nacido con inequívoca vocación comercial y en pie de igualdad (al menos en ingredientes y entusiasmo) con las grandes superproducciones americanas del momento: partiendo de esta premisa, la fórmula ideada por Antonio Isasi nos legó un puñado de espléndidas películas que hoy degustamos en copias con el color degradado y la banda de audio en condiciones pésimas, circunstancia que casi me atrevería a decir que les añade encanto en lugar de restárselo.
Summertime Killer, estrenada en mayo del 72, contó con la presencia estelar de Karl Malden en el papel del capitán de policía John Kiley, un hombre empeñado en evitar que el joven Ray Castor (Chris Mitchum) materialice una venganza largamente premeditada contra los hombres que mataron a su padre cuando él era apenas un niño.
Que el argumento, remake oficioso de Underworld U.S.A. (1961) de Samuel Fuller con elementos que también pueden recordar a La novia vestía de negro (1968) de Truffaut, sea poco original es lo de menos: aquí lo importante eran las persecuciones en motocicleta o los coches despeñándose terraplén abajo al ritmo de la trepidante banda sonora de Sergio Bardotti y Luis Bacalov.
Y, luego, como era habitual en este tipo de coproducciones entre varios países, encontramos todo un batiburrillo de actores y actrices de diferentes nacionalidades en papeles secundarios, desde Pepe Nieto (Mason) hasta Gustavo Re (Guido) pasando por Gérard Tichy (Alex) o Raf Vallone (Alfredi), emplazados en localizaciones de lo más variopinto: Lisboa, Roma, Nueva York e incluso la Plaza de las Ventas en plena novillada. De modo que si el objetivo era tener distraído al espectador, a buen seguro que Un verano para matar debió de cumplirlo con creces.
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