Título original: Take Me Out to the Ball Game
Director: Busby Berkeley
EE.UU., 1949, 93 minutos
A M E R I C A N A D A S EN TECHNICOLOR
La edad dorada del cine musical americano tuvo su particular olimpo de estrellas indiscutibles en Ginger Rogers, Fred Astaire, Cyd Charisse, Frank Sinatra o Gene Kelly. Precisamente los dos últimos de dicha lista son, junto con Esther Williams, el trío protagonista de Llévame a ver el partido (1949). Además de cantar y bailar (y nadar en uno de los números, en el caso de la sirena Williams, como no podía ser menos), la película rinde un cálido homenaje a uno de los deportes nacionales: el béisbol.
El argumento es bien simple: Eddie O'Brien (Gene Kelly) y Dennis Ryan (Frank Sinatra) son artistas de variedades de gira por todo el país durante el invierno y jugadores de los Lobos de Florida en verano. Y destacan lo mismo bailando claqué que bateando en el terreno de juego. Pero el equipo, a pesar de haberse proclamado campeón del mundo, es cedido por su propietario a un tal K. C. Higgins que, una vez en la ciudad, resulta ser una joven y bella señorita (Esther Williams). Tras demostrar que sus conocimientos sobre béisbol son bastante superiores a lo que cabía suponer, Ryan y O'Brien se disputarán el amor de la nueva presidenta, para lo cual habrán de superar no pocos obstáculos y equívocos. Todo se reduce, pues, a dos líneas argumentales: si los Lobos volverán a ser campeones y quién se quedará con la chica, siendo amenizado el conjunto por abundantes números musicales y no pocas escenas cómicas.
Frank Sinatra y Gene Kelly en el número inicial |
Pero la película trata, aunque de pasada, algunos otros temas. En primer lugar, por supuesto, la incorporación de la mujer a roles tradicionalmente masculinos. De ahí que, como la canción en la que se inspira, la historia esté ambientada hacia 1908, con lo que el vestuario de los actores refleja la moda de aquel entonces. Incluso aparece fugazmente el presidente Theodore Roosevelt inaugurando la temporada. Por otra parte, son diversas las canciones que hacen referencia a la tierra de origen de los personajes. Es el caso de "O'Brien to Ryan to Goldberg" en la que los tres jugadores imitarán, por unos instantes, el folclore irlandés, escocés y ruso/judío, respectivamente. O también en el número "The Green Hat My Dear Old Father Wore upon St. Patrick's Day" que Gene Kelly interpreta en solitario. En otras ocasiones, especialmente cuando los números son de tipo coral, las actuaciones aluden a costumbres genuinamente americanas ("Strictly U.S.A.", en el caso del pícnic o de la aparición final de las dos parejas).
Dos detalles de "Yes, Indeedy" y "The Hat My Dear Old Father Wore upon St. Patrick's Day"
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Por último, vale la pena mencionar al gran Busby Berkeley (1895–1976) que destacó con sus musicales de los años treinta y cuya última película fue, precisamente, Llévame a ver el partido. Una vez más, demuestra ampliamente su maestría con complejos movimientos de cámara y el uso de grúas para captar las nada fáciles coreografías en las que intervienen decenas de extras. Por cierto que su relevo estaba asegurado, ya que la puesta en escena de los números musicales corrió a cargo de Stanley Donen con el auxilio del propio Gene Kelly.
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