Título original: Hardcore
Director: Paul Schrader
EE.UU., 1979, 109 minutos
La Tragicomedia de Calisto y Melibea es popularmente conocida como La Celestina debido al atractivo que suscita uno de sus personajes secundarios: la alcahueta. En la ciudad en la que transcurren los hechos (tradicionalmente identificada con Salamanca, aunque nada de ello se diga en la obra) todos conocen a Celestina y, lo que es más importante, todos han recurrido a sus servicios alguna vez (lo quieran admitir o no, claro). Incluso la madre de la en apariencia cándida Melibea, hija de buena familia, la reconoce como antigua vecina suya al llamar la vieja a su puerta. Así que cuando el libertino Calisto, muchacho de vida disoluta aunque también perteneciente a la alta sociedad, irrumpe en escena, nada tiene de extraño que recurra a los enredos de la encandiladora comadre para pervertir a Melibea y verse a escondidas con ella en el jardín de sus padres sin que estos sospechen nada hasta que sea demasiado tarde.
Ahora bien: si Fernando de Rojas, en lugar de publicar su obra en 1499, lo hubiese hecho a finales del siglo XX, ¿cómo la hubiera escrito? Probablemente, habría imaginado una historia parecida a la de Hardcore: un mundo oculto del controvertido director y guionista Paul Schrader. La Castilla de finales del XV es ahora Grand Rapids, una pequeña ciudad del medio Oeste americano de mayoría calvinista en la que muchos de sus habitantes tienen apellido holandés. Jake VanDorn, un conservador hombre de negocios y padre de familia, no puede ni imaginar la doble vida que lleva su hija Kristen hasta que un buen día, coincidiendo con unas jornadas o ejercicios espirituales para jóvenes, la muchacha desaparece sin dejar rastro. El bueno de Jake (George C. Scott) se verá obligado entonces a contratar los servicios del repulsivo detective Andy Mast, pero, ante la inoperancia de este, decidirá armarse de valor y, convertido en verdadero padre coraje, descender a los infiernos de los barrios más sórdidos de San Francisco. La depravación que encuentre allí hará tambalear los cimientos de su mundo...
No sabemos si Paul Schrader habrá leído o no La Celestina, pero (bromas al margen) lo que resulta innegable es el ajuste de cuentas que llevó a cabo con su estricta educación religiosa y con su padre escribiendo el guion de Hardcore: un mundo oculto. Y no es el único caso, ya que el elemento represor calvinista así como la familia como institución opresiva aparecen en otros filmes suyos, especialmente en Aflicción (1997).
"¡Oh, Dios mío, esa es mi hija!" En realidad, la frase no llega a pronunciarse en ningún momento de la película. |
La actriz Ilah Davis (Kristen) en su primera (y única) película. |
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