miércoles, 22 de julio de 2015

La Celestina (1974)




Director: Jesús Fernández Santos
España, 1974, 50 minutos

El novelista y cineasta Jesús Fernández Santos (1926-1988) fue uno de los miembros destacados de la generación realista de los años cincuenta. Suyas fueron novelas como Los bravos (1954) o Extramuros (1978), esta última llevada al cine por Miguel Picazo en 1985, o relatos inolvidables com Cabeza rapada (1958). Para la gran pantalla solo dirigiría en 1963 el largometraje Llegar a más, película de claro influjo neorealista. Su labor tras las cámaras se circunscribió sobre todo al terreno del documental y las producciones televisivas, bastante a menudo centrándose en grandes figuras artísticas y literarias, llegando a ser premiado en la Bienal de Venecia de 1959 por su documental El Greco.

En 1974 escribió y dirigió para Radio Televisión Española cuatro episodios de la serie Los libros: La fontana de oro (según la novela de Benito Pérez Galdós), Artículos de costumbres (inspirado en Mariano José de Larra), El libro de buen amor (a partir de la obra de Juan Ruiz, Arcipreste de Hita) y La Celestina.

Emitida originariamente el dos de abril de 1974, esta adaptación de la Tragicomedia de Calisto y Melibea de Fernando de Rojas va precedida de una breve presentación a cargo del académico Alonso Zamora Vicente y fue interpretada por el siguiente elenco de actores:

Celestina: María Luisa Ponte
Calisto: Tony Isbert
Melibea: Carmen Maura
Sempronio: José Yepes
Pármeno: Luis Gaspar
Elicia: Maribel Hidalgo
Lucrecia: Sagrario Sala
Pleberio: Félix Dafauce
Alisa: Mery Leyva

María Luisa Ponte encarna a una alcahueta convincente, pese a que no supera la fuerza que años más tarde supo imprimir al papel Terele Pávez. En cuanto a Calisto y Melibea, no deja de ser interesante ver a Carmen Maura en los inicios de su carrera, pero Tony Isbert, en cambio, dista mucho de haber conseguido reflejar el carácter crápula y libertino de su personaje. Es lógico: por una parte, la censura de la época no habría permitido reflejar según qué aspectos del texto original y, por otra, el medio para el cual fue concebida esta adaptación obligaba a presentar una Tragicomedia casta y apta para todos los públicos.

Resumir una obra de las dimensiones y la complejidad de La Celestina en apenas 49 minutos no es tarea fácil. Por ello Fernández Santos optó por ir bastante al grano y quedarse con los elementos esenciales del argumento. Curiosamente, sitúa la acción en Toledo (no de forma explícita, sino mediante una panorámica de la ciudad con la que arranca la acción), en lugar de hacerlo en Salamanca como marca la tradición. También prescinde del célebre planto de Pleberio con el que el padre de Melibea lamenta la muerte de su hija y, en su lugar, se incluye una especie de misiva o disculpa a través de la cual la muchacha justifica el porqué de su fatal decisión.

Aunque el resultado final esté lejos de ser una obra maestra, realmente es una lástima que la televisión pública dejara de apostar hace ya demasiado tiempo por producciones como esta. Cuando hoy en día se comprueba con estupefacción cómo el ente público invierte su presupuesto en promover concursos de cocina, uno se pregunta en qué momento empezaron a torcerse las cosas. Suerte que, como consuelo y mal menor, nos queda internet para recuperar joyas de la pequeña pantalla del calibre de esta Celestina de Jesús Fernández Santos.


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