martes, 4 de julio de 2017

Stefan Zweig: Adiós a Europa (2016)




Título original: Vor der Morgenröte - Stefan Zweig in Amerika
Directora: Maria Schrader
Austria/Alemania/Francia, 2016, 106 minutos

Stefan Zweig: Adiós a Europa (2016)

La estrella del destino rige a los poderosos y a los violentos. Durante años se convierte en la esclava servil de un solo hombre. [...] Rarísimas veces, en el espacio de los tiempos, impulsada por su caprichosa veleidad, se entrega al azar a un cualquiera. Rarísimas veces (momentos maravillosos de la historia de la Humanidad) el hilo de los hados se detiene un instante en la indiferente mano de un hombre que se siente más asustado que feliz ante la borrasca de responsabilidades que le empuja entonces a tomar parte en el heroico espectáculo del mundo, y la mano deja escapar el hilo que había retenido unos segundos. Son poquísimos los que se dan cuenta de ese azar y lo aprovechan para elevarse. Efímero es el momento en que la grandeza se entrega a los pusilánimes, y la suerte no volverá a ellos por segunda vez.

Stefan Zweig
Momentos estelares de la Humanidad
(Traducción de José Fernández)

La actriz y (ocasionalmente) directora alemana Maria Schrader decidía afrontar su tercera incursión tras la cámara con un biopic acerca del escritor Stefan Zweig. Concretamente, sus últimos años de vida, coincidiendo con el exilio del polígrafo vienés en tierras americanas. La cinta, estructurada en cuatro partes y un epílogo, nos mostrará diversos flashes inconexos de su estancia en Brasil, Buenos Aires y Nueva York.

En lugar de desplazarse hasta el lejano Brasil, los exteriores
se rodaron en Santo Tomé y Príncipe

Aunque, a la vista de lo que el tema podría haber dado de sí, se nos antoja que el resultado es más bien pobre. Cierto que se consiguen captar determinados aspectos de la personalidad del intelectual crepuscular y políglota, así como de la sociedad que (según la película) lo acogió entusiasmada en su periplo a través del Nuevo Mundo tras verse forzado por los nazis a abandonar Alemania. Pero la cosa no pasa del retrato amable y peligrosamente superficial, en la línea de filmes como Diarios de motocicleta (Walter Salles, 2004) o las últimas entregas del siempre intelectualoide Woody Allen.

Sabiendo, como es público y notorio, que Stefan Zweig se quitó la vida en Petrópolis en 1942, al espectador de Adiós a Europa le faltan tal vez indicios para comprender a ciencia cierta el porqué de dicha decisión. En todo caso, hay que admitir que la acertada solución del epílogo, con ese espejo de la puerta de un armario ante el que se planta inmóvil la cámara y que nos devuelve la imagen de los allí presentes, se encuentra entre los mejores momentos de una puesta en escena que huye de efectismos innecesarios.

El actor austriaco Josef Hader en el papel de Zweig

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