lunes, 12 de noviembre de 2018

Bienvenida a Montparnasse (2017)




Título original: Jeune femme
Directora: Léonor Serraille
Francia/Bélgica, 2017, 97 minutos

Bienvenida a Montparnasse (2017)


Jeune femme, primer largometraje que dirige la joven realizadora Léonor Serraille (Lyon, 1986), se enmarca en el mismo espíritu iconoclasta e independiente que en su momento inspirara À bout de souffle (1960). Se trata, por tanto, de un filme fresco y rozagante, con una puesta en escena desinhibida que pone de manifiesto la influencia de la Nouvelle Vague por lo que tiene de retrato generacional.

Su protagonista (interpretada por Laetitia Dosch) es una treintañera de convulsa vida sentimental y amatoria, la "mujer joven" que justamente da título a la cinta y cuya irrefrenable tendencia a fantasear (e incluso a mentir) dará pie a no pocos malentendidos con las personas que se vaya cruzando a lo largo de su accidentado periplo parisino.



Hay, sin embargo, en Paula algo no resuelto: una rabia interior que la aleja de los suyos para empujarla a una huida hacia adelante de consecuencias imprevisibles. Así pues, ya en la secuencia inicial la vemos aporrear una puerta para, acto seguido, acabar por los suelos con la frente malherida. Sin pareja, sin la ayuda de sus padres, pero con un gato blanco y amistades impostadas que hace en el metro (caso de Yuki, que la confunde con una antigua compañera de escuela), Paula Simonian intenta abrirse camino trabajando de dependienta en unos grandes almacenes o haciendo de canguro de la pequeña Lila.

Cámara de Oro en Cannes 2017, la ópera prima de Serraille dista de ser una película redonda, es cierto, aunque no puede negársele el encanto de crear una atmósfera sugestiva en la que la música incidental juega un papel preponderante, como en el caso de un viejo tema de Gil Evans, titulado "Las Vegas Tango" (1964), que suena en momentos clave de la historia.


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