miércoles, 28 de agosto de 2019

Memorias del ángel caído (1997)




Directores: David Alonso y Fernando Cámara
España, 1997, 90 minutos

Memorias del ángel caído (1997)
de David Alonso y Fernando Cámara


Viendo la envergadura de los nombres que integran el reparto de Memorias del ángel caído (Héctor Alterio, José Luis López Vázquez, Emilio Gutiérrez Caba...) se podría llegar a creer que estamos ante una gran película de terror. Sin embargo, el paso del tiempo no ha tratado excesivamente bien a la que fuera ópera prima del tándem Alonso-Cámara y revisarla, transcurridos más de veinte años después de su estreno, es una experiencia que podría calificarse, como mínimo, de frustrante.

Tal vez porque la elección de Santiago Ramos para el papel del atormentado padre Francisco, tratándose de un actor al que de inmediato se suele asociar con personajes cómicos, no parece la más acertada. O incluso a causa de la insufrible banda sonora de Javier Cámara (no confundir con el intérprete del mismo nombre), tan propia de una época de infausto recuerdo —la tremebunda década de los noventa— en la que se consideraba que, para abaratar costes, podía prescindirse de una orquesta, como si tal cosa, y meter en su lugar un teclado Casio...



Sea como fuere, lo único cierto es que un filme que se supone que debería dar mucho miedo no provoca sino aburrimiento (cuando no risa) en el espectador de hoy en día. Lo cual es, sin duda, una lástima, considerando que se recrea muy fidedignamente el día a día de una parroquia o la vida cotidiana en el seno de una comunidad religiosa.

Memorias del ángel caído, salta enseguida a la vista, formó parte de la estela de producciones que, amparándose en el éxito obtenido dos años antes por Álex de la Iglesia con El día de la bestia (1995), pretendieron revitalizar un género, el de las sectas luciferinas, para el que probablemente se requieren mayores dosis de osadía que las demostradas por Alonso y Cámara en esta su primera cinta.


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