Director: Rafael Romero Marchent
España, 1978, 88 minutos
Avisa a Curro Jiménez (1978) de Rafael Romero Marchent |
Tú, que codicias el oro,
y de él vives en pos,
¿cómo encontrar el tesoro,
si el libro se partió en dos?
El éxito popular alcanzado por la serie televisiva Curro Jiménez —emitida, originariamente, entre 1976 y 1979 (y después repuesta, una y otra vez, hasta la saciedad)— propició el que se llevase a cabo una versión cinematográfica protagonizada por el mismo elenco de actores, encabezado, como no podía ser de otro modo, por el desaparecido Sancho Gracia.
Más allá de los dudosos valores que encarnaba el personaje y del patrioterismo barato que, aún a día de hoy, siguen destilando sus gestas, lo que no se le puede negar es el haber llegado a adquirir una dimensión icónica que, guste o no, caló hondamente en el imaginario colectivo. Véase, si no, el cartel de la película, donde el nombre del bandolero destaca en letras rojas mucho más grandes que las del título del filme.
Francisco Jiménez Ledesma, alias Curro Jiménez |
Como, por otra parte, conviene no perder de vista la enorme cantidad de grandes figuras que participaron en el rodaje de la serie. Sólo en lo que se refiere a directores, la lista es ya de por sí admirable: Mario Camus, Pilar Miró, Antonio Drove, Rovira Beleta... Rafael Romero Marchent, el hermano menor de Joaquín Luis, dirigió tres episodios, además de la cinta que nos ocupa. Cuyo guion, por cierto, fue escrito nada más y nada menos que por el prestigioso autor uruguayo Antonio Larreta (1922–2015).
De hecho, salta enseguida a la vista que Larreta, poseedor de un sólido bagaje intelectual, se inspiró en el orientalismo romántico a lo Washington Irving para urdir una trama el eje de la cual gira en torno al Tratado de las hierbas y las plantas de Ibn al-Baitar, un codiciado incunable, partido en dos, que contiene la clave del tesoro de Almanzor, oculto en la mezquita de Córdoba. De ahí que varias escenas de la película se rodasen en enclaves históricos de dicha ciudad, como la sala hipóstila del mencionado templo, el Patio de los Naranjos o los jardines del Alcázar de los Reyes Cristianos.
Sancho Gracia y Alfredo Mayo, frente a frente |
Que tal Juan!
ResponderEliminarRecuerdo lo bien que me lo pasaba de niño viendo esta serie, aunque a decir verdad vista hoy es dificil de digerir. No hace mucho me puse con un episodio pero la cosa me aburria bastante, supongo que algunos recuerdos es mejor dejarlos donde estan.
No sabia que hubiesen sacado una pelicula.
Saludos!
Los recuerdos envejecen con nosotros, ciertamente. Por eso el volver a ver una película de estas características te permite comprobar el grado de fiabilidad de tu memoria.
Eliminar¡Saludos, Fran!