Zvenigora, la montaña del tesoro (1928)

Título original: Zakoldovannoie miesto (Zvenigora)

Directores: Aleksandr Dovzhenko y Yuliya Solntseva

URSS, 1928, 67 minutos (versión restaurada)

Cartel promocional de Zvenigora (1928)

Un grupo de cosacos se aproximan cabalgando a cámara lenta, fieramente ataviados con sus trajes típicos... En los títulos de crédito iniciales ya se nos ha advertido que vamos a ver un "poema cinematográfico". Aleksandr Dovzhenko (1894–1956), sin duda palabras mayores. En el caso de su Zvenigora, el raudo montaje ideado por el cineasta ucraniano se pone al servicio de los incontables tesoros de incalculable valor que se esconden en el interior de la montaña homónima.

El Abuelo irá explicando a sus nietos Timoshka y Pavlo las leyendas que se han ido perpetuando desde los orígenes de Ucrania hasta la victoria de la Revolución bolchevique. Como la de Roxanna, Princesa de la montaña, o la de los invasores polacos. Simultáneamente, un ímpetu arrollador de imágenes dará testimonio de la industrialización y el progreso modernos. 

Aunque también hay lugar para la comedia. Por ejemplo, uno de los nietos llegará, incluso, a actuar en París frente a un auditorio de voraces burgueses ávidos de emociones fuertes: habiendo prometido suicidarse en directo, logrará zafarse indemne de la concurrencia tras ser requerido por un comisario de la policía. En realidad están conchabados y, en el taxi en el que huyen, contemplarán con alborozo el fajo de billetes que han obtenido.

Se trata de la primera entrega de la trilogía ucraniana, completada por Arsenal (1929) y La Tierra (1930). En su intento de condensar mil años de la historia de aquel país, Dovzhenko y su mujer Yuliya Solntseva se dejaron llevar por una cierta influencia vanguardista, aunque dejando entrever que los avances de la civilización deben compatibilizarse con el respeto a la naturaleza y a las tradiciones.

El Abuelo (Nikolai Nademsky)