miércoles, 3 de junio de 2015

Orson Welles, un artista multidisciplinar I






El seminario internacional Orson Welles, un artista multidisciplinar que organiza la Filmoteca de Catalunya como parte de los actos conmemorativos del centenario del cineasta ha arrancado hoy en su sede del Raval con las actividades que a continuación se describen:

9.30 - 11.00 h RETRATO DE ORSON WELLES

La conferencia inaugural ha corrido a cargo de Christopher Welles Feder (hija del director y de la actriz Virginia Nicolson) y del profesor de la San Francisco State University Joseph McBride, autor de tres libros sobre el cineasta y actor ocasional en The other side of the wind. Primero han dialogado entre ellos en un tono bastante cordial (se conocieron hace diez años en Locarno), para pasar después la palabra al público.

Chris Welles admite que para su padre el trabajo era lo más importante, de ahí que no siempre pudiese dedicarle mucho tiempo. Recuerda con mucho cariño, eso sí, que, con ocasión de uno de sus cumpleaños, le dedicó una versión radiofónica de Blancanieves, por aquel entonces (debía contar apenas unos siete años) su cuento preferido.

De él aprendió mucho: lo mismo le explicaba la Capilla Sixtina en Roma que la obra de Gaudí en Barcelona (vino aquí con él por vez primera, en tren desde Antibes, durante el rodaje de Mister Arkadin). Era un hombre sin prejuicios que se escandalizaba cuando la pequeña le contaba que, estando con su madre en Sudáfrica, no le permitían ni siquiera hablar con los criados negros.

Tuvo ocasión de conocer a algunos actores del Mercury Theatre y señala que todos hubieran hecho lo que fuera por Orson Welles, tanta era la estima que le tenían y tan claro les parecía que nunca trabajarían a las órdenes de nadie tan importante como él.

Entrando en algunas intimidades, el actor Keith Baxter comenta desde el público que guarda un grato recuerdo de su trabajo con Orson Welles y que de todas las esposas que tuvo el director fue Paola Mori la que mejor cuidó de él... A lo que Chris Welles ha cortado tajantemente: "gracias por compartir tus recuerdos con nosotros, Keith, pero me gustaría que pudieran intervenir los asistentes..."

Es cierto que ella y sus hermanas (Rebecca, ya fallecida e hija de Rita Hayworth, y Beatrice, hija de Paola Mori) solo coincidieron en el funeral de su padre. Pero siendo como fue Orson Welles un personaje nómada e inquieto esto tampoco parece sorprendente. De ahí que alguien de entre el público haya preguntado cuál pudo ser el Rosebud de Welles.

Joseph McBride y Chris Welles

11.30 - 13.30 h LOS DECORADOS DE ORSON WELLES

Jean Pierre Berthomé, profesor de la Universidad Rennes 2, ha comenzado su intervención recordando que, en principio, Welles quiso ser pintor. Como production designer de varias de sus películas, no tuvo más remedio que acostumbrarse a trabajar solo, ya que a menudo sus colaboradores le abandonaban.

A continuación, ha analizado la escenografía del Voodoo Macbeth (1937) y de la posterior versión cinematográfica y, sobre todo, del film Othello (1952). Algunas de sus localizaciones no eran más que un patio en Venecia o el moderno Palacio de congresos que, con el debido uso de maquetas (un barco, una muralla) y otros trucajes, podían pasar por escenarios de época. Como curiosidad, ha proyectado algunas acuarelas que pudieron servir para la planificación de algunas escenas. Luciano Berriatúa, desde el público, le ha pedido que mostrara algo similar sobre Campanadas a medianoche que le había parecido ver en el escritorio de su ordenador. Falsa alarma: solo eran unas fotos del montaje teatral llevado a cabo en Dublín en 1960.

François Thomas, de la Universidad París 3, se ha centrado pormenorizadamente en dos guiones inéditos de Orson Welles: Noah y Cinderella. El primero de ellos iba a ser protagonizado por Agnes Moorehead y trataría de una isla repetidamente invadida en la que una explosión nuclear sembraría el caos. Solo sobrevivirían don Quijote y Sancho Panza y, después de la bomba, se iniciaría una reconstrucción marcada por la especulación inmobiliaria. Stefan Drössler comenta que en Munich poseen una copia del mismo: Oja Kodar vendió los guiones a la Universidad de Michigan, pero este le pasó por alto.

Para Esteve Riambau la gran paradoja de Welles es que él quería rodar guiones comerciales (por ejemplo, un western con Clint Eastwood), pero se esperaba que fuera más artista: tanto, que tampoco convencían sus proyectos más arriesgados.

François Thomas y Jean-Pierre Berthomé

15.30 - 16.30 h F FOR FAKE Y EL DOCUMENTAL DE CREACIÓN

Josep Maria Català, coordinador del Máster de Documental Creativo de la UAB, ha dado inicio a su conferencia señalando que Welles comenzó en el terreno documental con It's all true ('todo es verdad') y que acabó con F for fake ('todo es mentira'), con lo cual se vería su evolución hacia el pesimismo desengañado. Según Català, el teórico francés André Bazin estaba equivocado en su concepción de lo que realmente es el ensayo documental y fue Welles quien de verdad le daría la dimensión moderna basándose en una afirmación de Thomas Carlyle: "All deep things are Song".

Esta música de las cosas está presente en Filming Othello (1978), pero también en títulos aparentemente más prosaicos como Los tres caballeros (1944) de Disney. Como ejemplo de ello, ha proyectado el tráiler de Fraude rodado en 1976: la alternancia de niveles de enunciación está presente en Welles desde su versión radiofónica de La guerra de los mundos (1938) y tiene como objetivo desconcertar.

Fue Welles, por tanto, un hombre ensayo en la línea de Proust y Sainte-Beuve: un hombre que huía dejando tras de sí un reguero de mensajes enigmáticos, un flâneur, un genio. ¿Quizá debido a una homosexualidad latente?

Josep Maria Català

17 h PRESENTACIÓN DE MACBETH (1947) A CARGO DE CHRIS WELLES

Probablemente Barcelona será la última ciudad en la que la hija mayor de Orson Welles haga una aparición pública. Aunque, de momento, esta tarde ha comentado cómo logró convencer a su padre para que la incluyera en el reparto de Macbeth con apenas nueve años. "¡No hay niñas pequeñas en Macbeth!", le espetó. "Si quieres intervenir, tendrías que hacer de chico..." "¡De acuerdo!", respondió ella para sorpresa de Welles.

La productora Republic estaba especializada en westerns de bajo presupuesto. Welles, sin embargo, pareció encontrar el modo de persuadirlos: "¡Tengo una historia con un montón de muertes y un fantasma!" Aun así, no lo veían del todo claro: por eso le obligaron a rodar en 21 días y ajustar al máximo el presupuesto. Aprovechó unos decorados de cartón piedra de una película anterior y creó con medios escasos una obra de arte: junto con Ciudadano Kane, la única en la que pudo ejercer total control artístico de principio a fin.

Y a pesar de todo, se lamenta Chris Welles, este Macbeth en el que su padre puso tanto empeño para demostrar que podía hacer películas comerciales no tuvo éxito de público...

Esteve Riambau y Chris Welles
Chris Welles bajo la atenta mirada de su padre...

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