viernes, 19 de julio de 2019

Lolita (1997)




Director: Adrian Lyne
EE.UU./Francia, 1997, 137 minutos

Lolita (1997) de Adrian Lyne


Deseo que esta memoria se publique cuando Lolita ya no viva. Ninguno de los dos vivirá, pues, cuando el lector abra este libro. Pero mientras palpite la sangre en mi mano que escribe, tú y yo seremos parte de la bendita materia y aún podré hablarte desde aquí hacia Alaska. Sé fiel a tu Dick. No dejes que otros tipos te toquen. No hables con extraños. Espero que quieras a tu hijo. Espero que sea varón. Que tu marido, así lo espero, te trate siempre bien, porque de lo contrario mi espectro irá hacia él, como negro humo, como un gigante demente, y le arrancará nervio tras nervio.

Vladimir Nabokov
Lolita
Traducción de Enrique Tejedor

Cuando afrontó el reto de dirigir una nueva versión de la célebre novela de Nabokov, el cineasta británico Adrian Lyne (Peterborough, Inglaterra, 1941) contaba ya en su haber con una larga lista de filmes considerados polémicos por su alto contenido erótico: Zorras (1980), Nueve semanas y media (1986), Atracción fatal (1987), Una proposición indecente (1993)... Parecía, por lo tanto, lógico que fuera él el encargado de poner al día este clásico sobre un otoñal profesor de francés y su tentadora hijastra.

Y lo hizo respetando escrupulosamente el texto original, del que Kubrick, en su aclamada adaptación de comienzos de los sesenta, apenas había aprovechado la carcasa. De modo que, a diferencia de lo que ocurría en su predecesora, aquí se subrayaban aspectos que ayudan a entender mejor la compleja personalidad de Humbert Humbert (Jeremy Irons), como ese frustrado amor de juventud hacia una tal Annabel que el hombre idealiza hasta lo indecible y que marcará el resto de su vida.



Se trata, pues, de una aproximación más psicológica al verdadero conflicto que atenaza el interior de los personajes, sin los rodeos (auto)impuestos en 1962 con el objetivo de salvar el difícil escollo de la censura y demás Ligas de la Decencia. Cierto es que para 1997 el mundo había cambiado, en teoría, lo suficiente como para no escandalizarse tanto, pero, aun así, ello no impidió que la película tuviese dificultades para encontrar distribuidor en Estados Unidos.

Comparada con Sue Lyon, la Lolita a la que da vida Dominique Swain es menos icono y más persona de carne y hueso, aunque tal contraste podría dar pie a una interesante pregunta que afecta de pleno a la esencia del personaje tal y como lo concibió Nabokov: ¿es lo mismo una nínfula que una teenager? Que responda quien entienda del tema. Por de pronto, baste concluir diciendo que el trabajo de Adrian Lyne, pese a ser más que correcto, pasó sin pena ni gloria en el momento de su estreno. Le sobra, quizá, la machacona banda sonora de Ennio Morricone o la voz estridente de Melanie Griffith y le falta, tal vez, el temperamento del que rebosaban Kubrick o Peter Sellers. Cuestión de gustos.


2 comentarios:

  1. Hola Juan!
    Apenas la recuerdo pues creo haberla visto solo en una ocasión. Sobre lo que planteas, confieso que he tenido que consultar el diccionario de la RAE, sobre "nínfula" dice: muchacha muy joven y seductora, esta corta explicación ya plantea un gran debate. En cuanto a "teenager" el significado segun el "Oxford Dictionary of English" (versión papel, tamaño XXL...lo tengo delante) es: a person between 13 and 19 years. Es este un terreno fangoso pues los conceptos europeos (o españoles) frente a los USA suele variar bastante, ya no te cuento si nos metemos en temas relacionados con el sexo.
    Hoy en El País viene un interesante articulo sobre la ausencia precisamente de sexo en las producciones actuales de Hollywood: https://elpais.com/elpais/2019/07/19/ideas/1563555281_767915.html
    Saludos!

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    1. Hola, Fran:

      Mi pregunta, confieso que un tanto retórica, iba encaminada a señalar cómo en la versión de Adrian Lyne (correcta, pero convencional) se pierde parte del encanto de la novela de Nabokov, quien en todo momento califica a Lolita de nínfula.

      Casualmente, el artículo de El País al que haces referencia lo venía leyendo en el tren hace un rato.

      Saludos y gracias por tu comentario.

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