Título original: Dekalog, jeden
Director: Krzysztof Kieślowski
Polonia/Alemania, 1989, 53 minutos
Decálogo, Uno (1989) de Krzysztof Kieślowski |
"Amarás a Dios sobre todas las cosas". En esta primera entrega de su particular Decálogo, Kieślowski y el guionista Krzysztof Piesiewicz plantean la situación límite que debe afrontar un padre cuyo hijo fallece como consecuencia de haberse roto el hielo sobre el que patinaba el niño. Fatalidad aún más dolorosa si se tiene en cuenta que es el hombre quien, fiándose de la supuesta infalibilidad de sus propios cálculos matemáticos, envía a la criatura al fatídico destino que le aguarda sobre la superficie helada del lago.
Pese a llamarse Krzysztof, no se puede decir que este individuo sea particularmente cristiano: profesor universitario en la Facultad de Lingüística, mantiene una actitud vital basada, ante todo, en la confianza ciega en la razón. De ahí su pasión por los ordenadores, la aritmética o el ajedrez, aficiones, todas ellas, que ha ido inculcándole al pequeño Pawel (otro nombre irónico, por cierto, teniendo en cuenta que este último no se cae de un caballo para ganar la fe, sino que cae al agua para perder la vida).
Kieślowski, pesimista confeso e irredento, parece que haga gala de un especial gusto por el sarcasmo al colocar al padre en semejante tesitura, ya que, falto de todo fervor religioso, el hombre no puede hallar ni respuesta ni consuelo frente al altar que, desesperado, termina por derribar: tirado por el suelo, sobre un icono de la Virgen caerán algunas gotas de cera que, procedentes de los cirios que lo alumbraban, semejan lágrimas.
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