sábado, 7 de enero de 2017

El visionario. El hombre que predecía la economía mundial (2014)












Título original: The Forecaster
Directores: Marcus Vetter y Karin Steinberger
Alemania/EE.UU., 2014, 100 minutos

El visionario (2014)

A veces las monedas en enjambres furiosos
taladran y devoran abandonados niños.

Los primeros que salen comprenden con sus huesos
que no habrá paraísos ni amores deshojados;
saben que van al cieno de números y leyes,
a los juegos sin arte, a sudores sin fruto.

Federico García Lorca

¿Es posible reducir la complejidad de las finanzas internacionales a una única fórmula? El gurú Martin Armstrong, un hombre hecho a sí mismo que comenzó coleccionando monedas, afirma poseerla y haber tenido que pagar un alto precio por ello. Partiendo de un asunto en apariencia tan árido como la economía mundial y las sucesivas crisis por las que cíclicamente es azotada, los alemanes Marcus Vetter y Karin Steinberger son capaces de estructurar en The Forecaster un auténtico thriller bajo la apariencia de los documentales al uso.

Porque, a pesar de mostrar unos hechos verídicos, los recursos de los que se sirven proceden del cine de suspense. Tienen, de entrada, un "falso culpable" que, como en las películas de Hitchcock, padecerá el acoso y la persecución de las altas instancias oficiales. Su pecado es haber dado con un valioso método, basado en el número pi, capaz de predecir las futuras recesiones económicas a escala planetaria. Porque, como no podía ser menos, se está cociendo una conspiración en la que se hayan implicados elementos del FBI, la CIA, diversas entidades bancarias y los rusos (siempre los rusos...) Así que Armstrong irá a parar a la cárcel durante una temporada, por negarse a compartir con ellos su fórmula mágica.

Ya en 1998, Armstrong predijo los ulteriores colapsos de la economía

El uso de la música es, asimismo, clave para generar en el espectador la ilusión de estar asistiendo a grandes revelaciones. En ese sentido, los compositores Jens Ole Huerkamp y Sven Kaiser han sabido dotar a las imágenes del aura de misterio necesaria para mantenernos en vilo a lo largo de los cien minutos de duración.

En determinados momentos, en cambio, la intriga virará hacia lo que serían las películas de juicios, con la intervención del abogado de la víctima y diversos testimonios, repartidos en diferentes partes del globo, que avalan su inocencia. Entre ellos su madre y su hija, ya que convenía mostrar también el lado humano de alguien que se nos presenta como un mártir. De ahí a identificarlo con Julian Assange o Edward Snowden sólo hay un paso: curiosamente, Citizenfour también se estrenó en 2014.

Otras veces se añaden recursos típicos de la ciencia ficción o de las distopías, como ese programa informático en el que, tras introducir un determinado historial, aunque sea remontándose a los romanos, permite vaticinar dónde y cuándo se va a producir el siguiente crac. Así que ya podemos ir preparándonos, porque, según el tal Armstrong, a partir del 2020 comenzará la verdadera debacle.


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