lunes, 14 de noviembre de 2016

El love feroz o Cuando los hijos juegan al amor (1975)




Director: José Luis García Sánchez
España, 1975, 85 minutos



Se intuía el final del régimen y, con él, los usos y costumbres que durante cuarenta años habían monopolizado la vida de la nación. De este cambio político y generacional debía forzosamente hacerse eco el cine. Y lo hizo con una serie de comedias (muchas ya las hemos comentado en este blog) en las que el planteamiento suele ser similar: dentro del ámbito familiar, unos padres muy ridículos de tan serios y estrictos como pretenden aparentar (generalmente interpretados por actores tipo Héctor Alterio o José Sazatornil) deben enfrentarse a la insolencia de unos jóvenes que ya no respetan nada porque sus valores son otros.

Esta pugna la encontramos en filmes como La guerra de papá (Antonio Mercero, 1977), Tocata y fuga de Lolita (Antonio Drove, 1974), Experiencia prematrimonial (Pedro Masó, 1972), Colorín colorado (1976) o El love feroz (1975), siendo estos dos últimos obra de un joven realizador que debutaba por aquel entonces: José Luis García Sánchez.

El elenco es muy similar en ambas películas: en el caso de El love feroz, cuyo subtítulo (Cuando los hijos juegan al amor) ya es de por sí bastante explícito, destacan, aparte del antes mencionado 'Saza' en el papel del patriarca don Vicente, Mary Carrillo (Margarita), Antonio Gamero (Iñaqui), la debutante Alicia Sánchez (Adela), Tina Sainz (Ana), Lina Canalejas (Carmen) o Concha Velasco (se parece a Nana Mouskouri, pero no: es la Velasco interpretando a la pobre Marga, que se queda compuesta y sin lobo). Hasta Juan Diego aparece fugazmente como invitado en el banquete de un bautizo. Claro que para debut impactante el de la futura ministra Ángeles González Sinde, aquí apenas una niña (Rosita), siempre espiando las conversaciones de los adultos y agriamente recriminada por ello por su padre, aunque ella seguirá haciendo lo que le dé la gana.

Y aderezándolo todo, una heteróclita banda sonora con música de la Sinfonía nº 9, 'del Nuevo Mundo', de Antonín Dvořák tanto al principio como al final, pero también del 'Himno a la alegría' de la Novena de Beethoven, así como canciones cubanas e incluso una de Rosa León ("My taylor is rich") que figura que interpreta a la guitarra la progre Adela a sus amigos aún más progres.

Ángeles González Sinde y Concha Velasco

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