Dirección: sección cinematográfica del Corpo Truppe Volontarie (Estado Mayor del Ejército Italiano)
Italia, 1939, 44 minutos
Con motivo del ochenta aniversario del inicio de la Guerra Civil Española, la Filmoteca de Catalunya presenta durante esta semana todos los documentales que produjo la Italia fascista: todos los que se han podido localizar, puesto que, como ha indicado Esteve Riambau, aún se producen interesantes descubrimientos que están contribuyendo a deshacer la imagen maniquea que hasta ahora se tenía del conflicto.
En el caso de Los legionarios italianos en Cataluña, se trata de un estreno mundial, ya que, debido a los avatares de la geopolítica, una vez acabada la contienda nacional y a las puertas de la conflagración mundial, el escenario de intereses y alianzas se vería sensiblemente alterado, por lo que este material de propaganda quedó obsoleto incluso antes de ver la luz. Algo que, por otra parte, solía suceder con cierta frecuencia.
Tal y como han señalado en la presentación y posterior debate Daniela Aronica (directora del CSCI y comisaria del ciclo) y Javier Rodrigo (profesor agregado de la UAB e historiador) lo que dice la encendida voz en off de Guido Notari no siempre coincide con lo que muestran las imágenes. Así pues, donde aquélla habla de desarmadas y vencidas hordas rojas éstas presentan a legionarios italianos que avanzan a pie o ayudándose de carros y mulas. La razón de semejantes incongruencias hay que buscarlas, según Riambau, en la urgencia con la que se filmaban unos hechos que, posteriormente, serían montados por operarios que tal vez jamás habían pisado España.
El filme finaliza con el desfile de la victoria en la Diagonal, con el propio Franco pasando revista a las tropas. A diferencia de otras producciones que cubrieron el mismo acto, aquí se aprecia que los cámaras italianos tuvieron que hacer verdaderos equilibrios para poder llegar a todo: una vez ganada la guerra, no interesaba admitir la enorme importancia de la ayuda recibida por parte del fascismo mussoliniano, así que no es de extrañar que quedasen relegados en detrimento de los profesionales nacionales. Con todo, el punto de vista del documental es el de subrayar la idea de "esto lo hemos hecho nosotros". Probablemente porque la película iba destinada al público alemán (es allí donde se han redescubierto las bobinas) con la finalidad de demostrar de qué eran capaces las tropas italianas, más allá del tópico del simpático soldado que enamora a las mujeres y toca la mandolina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario