Autor Solaris (2016)

Director: Borys Lankosz

Polonia/Francia/Alemania, 2016, 56 minutos

«Feci quod potui, faciant meliora potentes»

De la misma manera que la película de ciencia ficción por antonomasia se ambientaba en el 2001 y no en el 2000, la entrada que dedicamos en este blog a Stanislaw Lem (1921–2006) no podía ser la 700 sino la 701. Porque, a fin de cuentas, el escritor polaco se caracterizó siempre por un ácido sentido del humor con el que tal vez intentaba resarcirse de las depresiones que padecía (¿es posible sobrevivir al Holocausto y no sufrirlas?). Lo ha dicho Wojciech Orlinski, guionista de Autor Solaris, tras la proyección que ha tenido lugar esta tarde en la Sala Laya de la Filmoteca de Catalunya. Le han acompañado el director del documental Borys Lankosz; el poeta, crítico literario y traductor Stanislaw Beres y el escritor y fotógrafo  Irek Grin.

El objetivo de un documental como Autor Solaris es más bien el hablar de la historia reciente de Polonia y no tanto del padre de la ciencia ficción polaca. En todo caso, voluntaria o involuntariamente, la película desmitifica un poco su figura, ya que el propio Lem confiesa en imágenes de archivo que empezó a cultivar dicho género por encargo, sin saber muy bien cómo escribiría su primera novela, Astronautas.

El director Borys Lankosz en pleno rodaje

Hijo de un otorrino ruso, Lem nació y creció en la ciudad de Lwów (la actual Lviv, Ucrania), aunque rara vez hablaba de sus orígenes judíos. Como tampoco solía tratar un oscuro episodio vivido en tiempos de la ocupación nazi y que en Autor Solaris se intenta recrear mediante una escena dramatizada: al parecer, el futuro escritor fue "obligado" por un oficial a transportar o deshacerse de los cadáveres de algunos ejecutados. Sin embargo, no mantuvo mejor relación con los comunistas, llegando a marcharse del país entre 1983 y 1988 tras la implantación de la Ley Marcial por parte del General Jaruzelski.

De lo que sí se da fiel testimonio es de su feliz y duradera relación con Bárbara, su esposa desde 1949 y con la que tuvo un hijo, que hoy día es traductor. Y lo mismo puede decirse de otras de sus creaciones literarias, obras de teatro incluidas, eclipsadas en su momento por el éxito internacional de Solaris. En realidad, a Lem le gustaba bromear sobre el hecho de que Tarkovsky no había entendido nada de su libro. Si bien el ruso, parafraseando el epitafio del propio novelista, podría haber respondido en su descargo aquello de: "Hice lo que pude. Quien sepa más que lo haga mejor..."