jueves, 10 de noviembre de 2016

Patience, patience... T'iras au paradis ! (2015)




Título alternativo: Paciencia, paciencia... Tú irás al paraíso
Directora: Hadja Lahbib
Bélgica, 2015, 85 minutos



Rompiendo estereotipos, el documental Patience, patience... T'iras au paradis ! (2015) muestra cómo un grupo de extrovertidas mujeres magrebíes residentes en Bélgica, y que llegaron a aquel país en los años sesenta como consecuencia de la política de reagrupación familiar emprendida por el Gobierno belga, decide recuperar el tiempo perdido a través de las actividades culturales que organiza un centro cívico del barrio. Así pues, es ahora (tras haber educado a los hijos y, en algunos casos, haberse librado de la tiranía marital) que deciden estudiar inglés, conocer Bruselas u organizar un viaje a Nueva York.

El filme, proyectado en el marco de la décima Muestra de cine árabe y mediterráneo de Catalunya, ha sido presentado por Fatiha El Mouali, técnica de acogida en el Ayuntamiento de Granollers. Para El Mouali, el hecho de que las autoridades belgas permitieran en su momento que estas mujeres pudiesen reunirse con sus maridos en el "paraíso" al que alude el título se debió no tanto a motivos humanitarios sino a intereses económicos: tratándose de varones que trabajaban en sectores clave para la reconstrucción del país tras la guerra, como la minería o las fábricas, el hecho de vivir solos hacía que fuesen más propensos a padecer depresiones y, por ende, a ser menos productivos. Con la llegada de sus esposas, a quienes oficialmente se les negaba la posibilidad de que pudiesen trabajar y familiarmente se les prohibía que tuviesen amigas, la única salida que les quedaba a éstas para sentirse útiles era el hogar, donde cuidaban de maridos e hijos.

Sin embargo, el hecho de que hablen perfectamente el francés pone de manifiesto que su vida no se ha relegado tanto al ámbito familiar como cabría pensar en un principio. Y no sólo eso: el conocimiento que demuestran poseer de la situación internacional cuando visitan la sede de las Naciones Unidas denota una evidente capacidad crítica. Algo que contrasta con la realidad que El Mouali se encuentra a diario en el Vallès, donde muchas mujeres marroquíes no saben apenas expresarse en castellano, de lo que se deduce una preocupante falta de espacios para relacionarse con la población local.


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