viernes, 25 de mayo de 2018

L'eau sacrée (2016)




Título en español: El agua sagrada
Director: Olivier Jourdain
Bélgica/Ruanda, 2016, 56 minutos

L'eau sacrée (2016) de Olivier Jourdain


Coincidiendo con la celebración del día mundial de África, la Filmoteca de Catalunya albergaba esta tarde el arranque de Africa Moment, certamen que viene a complementar las actividades del Festival Internacional de Cinemes Africans (FICAB) del que hablábamos hace unos días. El documental L'eau sacrée (2016) del belga Olivier Jourdain, aproximación de un europeo blanco a la sexualidad femenina en Ruanda, ha servido para dar el pistoletazo de salida.

Durante el coloquio posterior, el realizador aclaraba algunos detalles sobre la génesis de tan singular proyecto. Porque no es muy habitual escuchar a las mujeres africanas, cuya imagen, desde el primer mundo, generalmente tiende a ir asociada con la ablación, hablando de sexo con semejante desenvoltura. Confiesa Jourdain que se ganó su confianza mediante una sutil estrategia: cada vez que había que tratar sobre temas íntimos (caso de las chicas del internado de Uganda o del matrimonio que protagoniza la escena final) el director enviaba al traductor fuera del set, con lo que ellas terminaban por desinhibirse al considerar que nadie iba a entender lo que estaban diciendo.

Dusabe Vestine, locutora de Flash FM


Aunque la verdadera protagonista de L'eau sacrée es Vestine, reputada locutora de radio a la que el afán por recuperar viejas tradiciones locales, unido a la necesidad de ir superando las heridas de la cruenta guerra civil que asoló el país, llevará a visitar las aldeas ruandesas con un discurso muy personal en el que se mezclan superstición, la educación sexual, antiguas leyendas (como la de la reina que, en ausencia del marido, se vio obligada a yacer con su criado) y grandes dosis de humor.

De todas maneras, desde el público alguien hace notar que en ningún momento se llega a hacer ninguna referencia al sida: ni a hutus ni a tutsis, añade Jourdain. A fin de cuentas, él ha rodado una película sobre el kunyaza (o arte eyaculatoria femenina) y cualquier alusión a otros elementos de la historia reciente ruandesa podría desviar la atención del espectador, amén de que ya estaríamos hablando de un filme radicalmente distinto.


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