martes, 18 de febrero de 2020

La ciudad de las mujeres (1980)




Título original: La città delle donne
Director: Federico Fellini
Italia/Francia, 1980, 139 minutos

La ciudad de las mujeres (1980)
de Federico Fellini


A mí me parecía haber hecho única y exclusivamente películas sobre mujeres... Son mito, misterio, fascinación, tensión de conocimiento, una mirada para verse a uno mismo. Las mujeres lo son todo. Se me ocurre que el propio cine es mujer, con su alternancia de luces y oscuridad, de imágenes que aparecen y desaparecen. En el cine se está como en el vientre materno: quieto y contenido, sumido en la oscuridad, esperando que de la pantalla surja la vida...

Federico Fellini
La dulce visión
Traducción de Regina López Muñoz

Juicio y condena al macho. Que, tratándose de Fellini, no podía ser encarnado por otro intérprete distinto de Marcelo Mastroianni, alter ego del director y, en esta ocasión, trasunto del hombre moderno frente al auge del feminismo. Y, como ya sucediera en Prova d'orchestra (1978), el cineasta de Rímini nos muestra su cara más ambigua: un sueño cuyas aristas lo mismo podrían interpretarse en uno u otro sentido. ¿Feminista o misógino? ¿Alegato desaforado en favor de los derechos de la mujer o visión sarcástica de sus reivindicaciones por parte de un viejo verde?

La ciudad de las mujeres es un título con resonancias clásicas que recuerda al De civitate Dei de San Agustín o al mundo platónico de las ideas. Un enclave mítico, tal vez utópico, con aspecto de haber surgido de algún capítulo apócrifo de Los viajes de Gulliver. O incluso de los Sueños de Quevedo, dado el aire de pesadilla que adquiere el viaje de Snàporaz en no pocos momentos. Un descenso a los infiernos, mitad penitencia, mitad fantasía erótica, repleto de autocitas y referencias a la propia obra. ¿Qué pinta, si no, el retrato de Casanova (léase Donald Sutherland) pendiendo de las paredes del gabinete rococó que visita el protagonista? Y esa especie de catacumbas en las que se adentra hacia el final de su azarosa odisea, ¿no recuerdan vagamente la fastuosidad megalómana de los decorados de su Satiricón? Hasta los senos de la estanquera de Amarcord son aludidos fugazmente en una cinta que contiene buena parte de las filias y fobias fellinianas.



La obsesión por el cuerpo femenino preside, de principio a fin, el relato, colocando a Snàporaz en la difícil tesitura de tener que lidiar contra aquello que más le excita, pero que se esfuma, al mismo tiempo, de sus manos sin ni siquiera llegar a disfrutarlo. Frustración continua que hace de él una suerte de Tántalo moderno, la viva imagen de quien, tras ostentar tradicionalmente el poder, ha de verse destronado y aun increpado por una multitud de féminas enfervorizadas que le leen la cartilla.

¿De qué cargos se le acusa? En primer lugar de "culidad" enfermiza, curioso neologismo para designar la fijación del sujeto hacia las nalgas del sexo opuesto. Seguido, a continuación, de una larga lista de delitos de índole machista: creer en la inferioridad intelectual de la mujer, convertirla en su criada, promover el patriarcado… Y así, sucesivamente, hasta que el adán despierta sobresaltado en el mismo vagón de tren donde dio inicio su particular vía crucis. Aunque no debe de ser tan mala esa ciudad-Estado gobernada por mujeres cuando Snàporaz, cerrando de nuevo los ojos, decide zambullirse otra vez en el sueño-túnel del que recién había salido.


4 comentarios:

  1. Hola Juan!
    Hace tiempo que la vi pero creo que volvere con ella, se me escapan gran parte de los detalles y lecturas, haces unas disecciones magnificas de las peliculas.
    Por cierto, desconozco el dato pero creo que una relación como la suya (Fellini&Maastroianni) en lo que se refiere a director/actor no debe de haber muchas.
    Que tengas un buen finde, saludos!

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    1. Gracias por el cumplido, Fran.
      Respecto a lo que planteas sobre la relación actor-director creo que hay más casos de lo que parece. Así, a bote pronto, se me ocurren los ejemplos de John Ford y John Wayne o Cassavetes y Peter Falk. Incluso Almodóvar y Banderas. De todos modos, te dejo este enlace para que veas que la cosa da para mucho más: https://www.vozpopuli.com/marabilias/cultura/Numen-Actores-Cineastas_0_712728729.html

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  2. Esta película tuvo muy malas críticas en su estreno. Es cierto que no aporta gran cosa a la filmografía del cineasta, tratándose de una recopilación de asuntos ya tratados anteriormente. A mí me pareció irregular pero divertida.

    Saludos.

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    1. El propio Fellini dijo: "Siempre me han sorprendido y mortificado los ataques recurrentes por parte de las feministas, sobre todo los dirigidos a La ciudad de las mujeres. Porque en mis películas la mujer aparece como un "gigante" frente al ridículo y crónico infantilismo, a la vileza y la arrogancia del hombre.

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