miércoles, 12 de febrero de 2020

El lago del ganso salvaje (2019)




Título original: Nan Fang Che Zhan De Ju Hui
Director: Yi'nan Diao
China/Francia, 2019, 113 minutos

El lago del ganso salvaje (2019) de Yi'nan Diao


Cuando a las convenciones del cine negro se les suma la parsimonia asiática, se produce un feliz hallazgo de cuya impresión el espectador tardará varios días en recuperarse. Porque, lejos de la acostumbrada espectacularidad de las producciones made in Hollywood, en El lago del ganso salvaje la violencia irrumpe de improviso, como si tal cosa y cuando menos se la espera. Hasta el extremo de que, en determinados momentos, se agradecería una repetición a cámara lenta, semejante a la de las retransmisiones deportivas, para así reponerse de la sorpresa y paladear esta caza y captura de un forajido por cuya cabeza se pagarán trescientos mil de los grandes, recompensa más que suculenta para que aquí no se salve ni el apuntador… 

Mujeres fatal, "bellezas del lago" que ejercen la prostitución bajo las aguas y ataviadas con una pamela blanca; cónclave de maleantes, similar a la mítica escena de M (1931) de Fritz Lang: uno de los capos explica cómo robar una motocicleta o en qué sectores se divide la ciudad y a qué familia le correspondería cada zona. Verdadera universidad de la vida, algunos de los asistentes incluso toman apuntes. Reunión de policías: uno de los mandos expone la situación, mientras alguno de los asistentes toma buena nota en su libreta… El paralelismo es evidente y apunta hacia una sociedad en la que las diferencias entre el inframundo y las instancias oficiales son mínimas.



Por lo demás, la acción es predominantemente nocturna, repleta de saltos temporales, con un protagonismo de la lluvia que lo mismo remite a la realidad descarnada de Bi Gan en Largo viaje hacia la noche (2018) que a los ambientes urbanos de Wong Kar-Wai. O a la falta de escrúpulos de la surcoreana Parásitos (2019) a partir del momento en el que unos y otros se lanzan a su particular todo vale de furor y sangre.

¿Qué tiene, finalmente, de comunista la China que aparece retratada en esta película, considerando que ni solidaridad ni altruismo son conceptos que rijan la vida de sus protagonistas? Más aún: ¿qué origen tiene tantísimo individualismo? ¿Por qué la vida tiene tan poco valor en los bajos fondos de la tierra de Mao? ¿Es a esto a lo que conduce el sueño socialista?


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