miércoles, 5 de febrero de 2020

Un amigo mágico: el maestro Nino Rota (1994)




Título original: Un amico magico: il maestro Nino Rota
Director: Mario Monicelli
Italia, 1994, 54 minutos

Un amigo mágico: el maestro Nino Rota (1994)
de Mario Monicelli

"Heredero de Mozart" o "ser angelical" son algunos de los elogios que dedican al compositor Nino Rota (1911–1979) los participantes en el documental Un amico magico: il maestro Nino Rota (1994) de Mario Monicelli. De lo cual se infiere no sólo el prestigio, sino sobre todo la estima que el hombre despertaba a su alrededor.

A lo largo del relato descubrimos que Rota fue niño prodigio, creador de óperas y sinfonías a edad muy temprana; que dedicó buena parte de su vida a la docencia (el director de orquesta Riccardo Muti, alumno suyo en el conservatorio, rememora cómo conoció al maestro) o que su amistad con la guionista Suso Cecchi D'Amico se remontaba a la primera infancia, cuando, procedente de Milán, la familia del futuro compositor se trasladó a Roma, hacia 1927.

Con tan solo trece años compuso su primera ópera: Il principe porcaro

No son muchas las imágenes que han quedado de alguien que, como Rota, fue tan celoso de su intimidad, por lo que, con mayor motivo, adquieren un enorme interés sus declaraciones en el transcurso de una entrevista de archivo en la que detalla el método de trabajo que solían seguir Fellini y él mismo a la hora de crear las bandas sonoras que tanta fama le han reportado. A este respecto, el cineasta de Rímini le daba indicaciones un tanto contradictorias ("triste pero alegre", "lento pero rápido"...) que Rota sabía transformar en temas de trascendencia universal.

De acuerdo con lo que dice uno de los testimonios, puede que la principal virtud de Rota fuese su inocencia, que no ingenuidad: una pureza que destilaba tanto en lo personal como en la aparente sencillez de sus composiciones y que, en realidad, obedecía a algo mucho más profundo, probablemente un conocimiento certero del alma humana.

Abrazado a Federico Fellini

4 comentarios:

  1. Hola Juan!
    Supongo que a veces pasamos por alto la importancia que tiene la musica en el cine. Creo que la capacidad para emocionar que tienen las imagenes se debe en gran medida a esas maravillosas composiciones. Necesario continuar reivindicando figuras como la del maestro Nino Rota.
    Saludos y buen finde!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Aunque ha habido cineastas, como Bresson, que renegaban de la música incidental, lo cierto es que la suma de imágenes y banda sonora da como resultado momentos estelares de nuestro imaginario colectivo. Ahí está, si no, el ejemplo de 2001 de Kubrick. En dicho sentido, la asociación entre Rota y Fellini, como la de Bernard Herrmann y Hitchcock, dio resultados memorables: la simbiosis perfecta entre dos disciplinas que se complementan y retroalimentan a la perfección.

      Que pases un buen fin de semana, Fran.

      Eliminar
  2. Cómo se puede acceder a ese documental???

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo ignoro: yo tuve ocasión de verlo en la Filmoteca de Catalunya.

      Eliminar