sábado, 15 de febrero de 2020

Sólo nos queda bailar (2019)




Título internacional: And Then We Danced
Título original: და ჩვენ ვიცეკვეთ
Director: Levan Akin
Suecia/Georgia/Francia, 2019, 113 minutos

Sólo nos queda bailar (2019) de Levan Akin


Merab, joven promesa de la danza tradicional georgiana, intenta abrirse paso como miembro de la Compañía Nacional. Pero los duros métodos empleados por su profesor chocan frontalmente con el talento innato del muchacho, cuyo padre, caído ahora en desgracia, fue una antigua estrella que llegó a bailar en los más prestigiosos escenarios del mundo. Para colmo, un nuevo bailarín oriundo de Batumi, simpático y algo díscolo, ingresa en la academia. Entre Merab y el recién llegado enseguida surge la química...

Pese a haber nacido en Suecia, hijo de padres georgianos procedentes de la diáspora turca, el cineasta Levan Akin (Estocolmo, 1979) decidió volver a sus raíces para contar una historia que bebe de muy diversas fuentes. Por un lado, está el choque generacional entre los jóvenes que piden paso con fuerza y la vieja guardia apoltronada, heredera, en buena medida, de muchos prejuicios y privilegios que tienen su origen en la época soviética. Por otro, el conservadurismo de una sociedad tan celosa de sus tradiciones que rechaza visceralmente el más mínimo atisbo de apertura. Finalmente, son continuas las alusiones a una crisis económica que condena a la ciudadanía a subsistir en el umbral de la pobreza.

"La danza georgiana es la expresión de la sangre de nuestra nación"

En semejante contexto, ni que decir tiene que la homosexualidad es vista por los sectores más ortodoxos como un estigma inasumible, y de ahí la inquietud que ofusca a los protagonistas a la hora de asumir unas inclinaciones que, dada la intolerancia que los rodea, se ven forzados a reprimir continuamente.

Sin embargo, ni las sacrosantas tradiciones ni un entrenador que, por su severidad, recuerda al de Whiplash (2014) lograrán doblegar el ímpetu de Merab a la hora de hacer realidad su sueño. Empeño similar, por cierto, al del propio Levan Akin, quien, para sacar adelante su película, debió enfrentarse a amenazas de muerte, hasta el punto de que el equipo de rodaje, desplazado a Tiflis, la capital de Georgia, se vio obligado a trabajar bajo la vigilancia de guardaespaldas.


2 comentarios:

  1. Hola!!!!me encanto encontrar tu blog, más que me encanta el cine y con esta peli me doy cuenta que te gusta las películas que no son tan comerciales, como a mi *-*así que me quedo por tu espacio :D si gustas visitarme mi blog es http://plegariasenlanoche.blogspot.com/

    Un beso desde Plegarias en la Noche y nos estamos leyendo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bienvenida a bordo, Tiffany:

      Un placer que mis palabras lleguen hasta Argentina. Tomo buena nota de tu blog.

      Saludos,
      Juan

      Eliminar